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miércoles, 17 de abril de 2013

Más Allá y su revolución ochentera en pleno siglo XXI

Prepárate para realizar un viaje en el tiempo, nada, con unos 30 años más o menos será suficiente. Te encuentras en plenos años ochenta, oyes tu emisora de radio y suenan Golpes Bajos, La Mode o Radio Futura, en Tocata están los Depeche Mode presentando su disco Black Celebration... Mientras, algo se cuece en Alicante, ellos son Más Allá y aunque en esa década responden al nombre de Enigmas Pendientes (más info sobre el grupo y sus orígenes clicando encima), no es hasta ahora, en 2013, cuando dos de sus miembros regresan con aires renovados y nuevo disco de título homónimo debajo del brazo.

Este dueto veterano e incombustible, formado por los primos Kiko Lagos (guitarras) y Ignacio Gomis (bajo y batería) han cogido el new post-punk que les corre por las venas y le han dado una vuelta de tuerca actualizándolo al siglo XXI.

Hablando con Kiko (entrevista pulsando encima) me confesó que su banda fetiche sigue siendo The Chameleons y que lo que ellos hacen bebe directamente de las influencias que bandas de la época como ésta o The Cure, Simple Minds u otras pertenecientes a la ola de la revolución ochentera británica.

Más Allá han optado por el camino instrumental en la mayoría de sus composiciones y la explicación... mejor que sea el mismo Kiko quién nos la dé:

[Kiko] El tema de ser instrumentales es una decisión que tomamos al darnos cuenta que podíamos llenar de sensaciones ese hueco con las guitarras y teclado, a la vez que nos abriría mas el mercado internacional. Llegando al corazón, se llega a todas partes en cualquier tipo de arte y esa es nuestra lucha, los instrumentos son nuestras armas, Internet el medio y los conciertos el acto. Hemos cantado un par de temas en español como experiencia pero el camino de la banda va hacia lo instrumental.


Su flamante primer álbum empieza con No sin el Mar (vídeo a final de post), la "niña bonita" de Kiko y también una de mis preferidas. Aquí empezamos a comprender lo que quiere decir su compositor cuando sentencia que su "guitarra no sabe hablar sin delays", conformando un hermoso himno instrumental new-wave.

Señales empieza con una especie de psicofonía que enseguida desemboca en otra exhibición de guitarra marca de la casa, junto al bajo rotundo de Ignacio, por momentos casi hipnotizante. ¡Caramba!, llevamos dos canciones y ya nos han puesto la carne de gallina estos alicantinos. Seguimos con Querida Luna y uno de los escasos momentos vocales que encontramos en el disco. Esos sintes iniciales aterrizan sobre la voz filtrada de Kiko, que va inyectando al tema un ambiente rozando lo mitológico.

¿Que vamos a decir de Karma Karamelo?, pues que nos encanta, con esos cambios de ritmo; redobles de tambores, guitarras hiperactivas, sintes pidiendo paso... uf, ¡glorioso! Una canción que transpira amor sincero por los cuatro costados.


Nos relajamos un poco con la llegada de Caballo de Fuego, melódica y animosa a la vez, que incluye hasta unos coros benedictinos de fondo. En Las Ballenas vuelve a ver aparición vocal, tema retomado de los Enigmas Pendientes del año 89 en contra de su aniquilación y que incluye unos cantos de cetáceo, como queriendo así certificar aún más su mensaje.

Una conversación mantenida por Neil Armstrong con la torre de control introduce las primeras notas de la etérea Viento de Ángel envolviéndonos en su halo ingrávido. Revox, la "mimada" de Ignacio y en donde su presencia tiene un plus de visibilidad ya que el bajo suena poderoso y referente durante todo su metraje. Vigoroso tema, que te impregna hasta el punto de no poder resistirte a mover algún que otro músculo de tu cuerpo al son de sus ritmos atmosféricos.


Seguimos briosos con Vendetta, la más electrónica de todas, sin poder... ni querer dejar de bailotear rendidos desde hace ya un buen rato a los compases de esta banda maravillosa. Y nos queda para el final una perla sinfónica como pocas, El Alma en Mano, con esos bellísimos acordes al piano y unos sintes que se van deshaciendo una y otra vez a cada paso que dan para llegar al crepúsculo del tema... emocionante, ¡que maravilla!

Cuidado con esta banda ya que si la escuchas te atrapará, no hace falta que opongas resistencia, sus notas os acompañarán, si fuera necesario, hasta el Más Allá.


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