¿Cuantas bandas pueden presumir de ser consideradas "influyentes", haber marcado una época y no sólo eso, sino seguir creando sin parar hasta el momento presente? Pues muy poquitas, coetáneas quizás los The Cure, New Order y los Pet Shop Boys, y menos aún con este nivel de actividad (álbum cada 4 años y giras mundiales correspondientes). Creo que respeto sería lo mínimo que se puede esperar a la hora de leer según que comentarios sobre la vida y milagros de los DEPECHE MODE.
En los días anteriores al estreno de Spirit (Columbia Records, 17) y sobretodo después de su filtración, los foros que tienen como protagonistas a la banda de Basildon han "degenerado" en división de opiniones sobre la calidad del mismo, y de paso del trabajo gestado por DEPECHE durante el presente milenio. Algunas de las consideraciones emergen sobre-actuadas de grosería y mala leche, reapareciendo, como viene siendo costumbre, la sombra alargada del abandono del grupo por parte de Alan Wilder (1995).
DEPECHE MODE no es una banda convencional; su historia, talento y capacidad de atracción les han acarreado una repercusión y una legión de fieles seguidores sin parangón. Por eso, y porque en la redacción nos encanta meternos en jardines, vamos a repasar la época más discutida de su trayectoria: el periodo creativo durante el siglo XXI. A Spirit lo dejamos para una próxima reseña.
Entre 1994-1996 fue el momento más complicado de la banda, de hecho planeando el fantasma de la desaparición del grupo por la culminación de las adicciones de Martin L. Gore y sobretodo de Dave Gahan, que casi le conducen a la muerte, y la comentada salida del añorado Alan Wilder. La publicación de Ultra (1997), ya por si sola, fue motivo de gran celebración, su notable calidad puso el resto.
La renovada formación trajo consigo una nueva era para DEPECHE MODE, una apuesta más decidida por sonoridades más cercanas al soul, aunque conservando ese poso rockero y alma synth-pop de antaño. Pues bien, existe una corriente de opinión bastante extendida que comulga con lo de que "cualquier tiempo pasado fue mejor", sentenciando que DEPECHE MODE, pasando de cuarteto a trío, firmó su certificado de defunción.
Repasemos disco a disco como sentó el cambio de milenio al grupo, luego que cada uno saque sus conclusiones:
Exciter (2001), con él llegaron las primeras dudas serias en la crítica y sobretodo entre la franja de sus seguidores que no podían perdonar la "mutilación" del grupo. El álbum respiraba sobriedad y practicidad a partes iguales, al igual que la escenografía de su correspondiente gira, el Exciter Tour. Contando en su alineación cortes tan notables como las hipnóticas "Dream on", "Shine" y "The Sweetest Condition"; las conmovedoras "When the body speaks", "Freelove y "Goodnight Lovers"; y la rompepistas "I Feel Loved".
Playing the Angel (2005) fue un puñetazo encima de la mesa, con quizás el mejor tridente/arranque de álbum de su carrera con los temazos "A Pain That I'm Used To", "John the Revelator" y "Suffer Well". Luego sigue la festín con la deliciatessen "The Sinner in Me", la preciosista "Precious" y la inquietante "Macro". Es verdad que la segunda parte del disco no mantiene el nivel, pero su primera mitad es tan brillante que es imposible que no eclipse al resto. Además el Touring the Angel fue de largo su mejor puesta en escena en este siglo.
Sounds of the Universe (2009), un álbum excelente, el más compensado del repaso, con pepinos como la obertura progresiva "In Chains"; las brutales "Hole to Feed" y "Wrong"; la arrolladora "Fragile Tension"; la seductora "Little Soul"; la más peculiar del conjunto "Peace"; o la rompedora "Corrupt". Y hasta bonus-tracks de lujo, entre ellos "Light" o "OhWell".
Delta Machine (2013), su disco más desigual hasta la fecha, quizás difuminándose un poco en la fusión con sonoridades soul, blues y gospel. Todo y con eso resultan más que efectivas la enérgica "Angel" y la soulera "Heaven"; la hipertensa "Secret to the End"; la emotiva "Broken" y la cautivadora "Should be Higher". Finalizando muy arriba el trabajo con las notables "Alone", "Soothe my Soul" y la desgarradora "Goodbye", apareando blues con gospel en un ocaso apoteósico. Pero es que luego vienen 4 bonus tracks que tampoco son cojas. ¿Qué más quieres?
Después de re-visitar concienzudamente estos 4 álbumes, mi conclusión ante la repulsa y el desprecio que muchos antiguos seguidores de la banda y parte de la crítica muestran sobre los últimos años de su carrera, la puedo resumir rápidamente: injusticia y/o sordera crónica.
Vamos a ver, para gustos colores, aquí no estamos para obligar a nadie a que le guste esto u lo otro, además siempre uno puede no escuchar a un artista si no le convence o le atrae ya de entrada, es fácil. De todas maneras nuestro consejo para los "reticentes" sería: antiguos seguidores, nuevos por venir, os recomiendo que hagáis como nosotros y con calma, sin prisas, repaséis la discografía en el siglo XXI de DEPECHE MODE. Dales una oportunidad y de paso una alegría, me refiero a vuestros tímpanos, también se lo merecen.
Para mi el album SOTU del 2009 es uno de los mejores albunes q an echo , no es comercial ni radiable , es un disco diferente , y ha sido muy despreciado y infravalorado
ResponderEliminarDe acuerdísimo contigo, incido en ello dentro del post y me reafirmo, SOTU quizás sea uno de los álbumes más infravalorados de la carrera de los de Basildon 😉
EliminarSOTU es genial, exactamente nos da lo que el titulo indica, si acaso el mas olvidadizo para mi es excitee y no es q sea pesimo, si no es el que la banda tiene mas olvidado
ResponderEliminar"SOTU" creo que es el más compensado de todo el siglo XXI; "PTA" el que contiene más hits; "Exciter" una transición necesaria con perlas a recuperar en directo; y "Delta Machine" el más arriesgado, globalmente nada despreciable
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