Tras un debut discográfico tan ilusionante como Miramar (La Castanya, 2023) JÚLIA COLOM se enfrenta al temido segundo álbum doblando la apuesta. Las raíces mediterráneas de la mallorquina se entrelazan cada vez de manera más natural con el pop electrónico, expandiendo su propuesta hasta cotas de inusitado embrujo. En Paradís (La Castanya, 2025) el concepto "paraíso" rebasa el lugar físico para convertirse en la búsqueda particular de un Santo Grial que nos conceda la felicidad.
Martín Leiton y Òscar Garrobé (Tarta Relena, Marina Herlop) acompañan a la Júlia en la producción de un disco que arranca con "Sa teva barca" (videoclip insertado a pie de página) y unas cuerdas capitaneadas por el llaüt que literalmente abrazan. Luego entra en acción la electrónica de la mano de un drum and bass tan sorpresivo como arrebatador en la asociación, dejándonos ojipláticos del gusto.
"T'he cercat" fue el primer single avance del disco y por algo sería. Arrebatador corte con una estrofa que avanza por entre un mar de dudas existenciales para rebelarse en el liberador estribillo. El beat omnipresente a modo de pulsómetro junto a esos giros arabescos ponen la guinda a un pastel todo el bien jugoso.
Una de las muestras más palpables de la evolución aventurera de JÚLIA COLOM la tenemos en el coqueteo romántico de "Necessit" enmarcado en un acercamiento al K-pop, casando a las mil maravillas con su innata calidez folk.
Los aires orientales en el estribillo de "Una illa per tu i per jo" son perfectos para esparcir su hechizo amoroso. Hay que destacar el poder sugestivo de las melodías en este trabajo, favorecido por la cautivadora voz de Júlia.
La delicadeza reflexiva de "Sa nit i es dia" conmueve mientras despliega sus alas new age en pro de un encontrarse a sí mismo de la artista.
"Gelosies" es una barbaridad. Inspirado en el "Habib Galbi" (2016) de la formación yemení-israelí A-Wa refuerza el idilio entre tradición y electrónica. Un desarrollo que va virando hacia la épica culminado con su embriagador estribillo, vistiendo rítmicamente una estrategia sentimental a base de celos fingidos.
La cantante y coreógrafa Ouineta se une a la fiesta en la empoderadora "Transformacions". Los arpegios guitarreros se alian con su urban beat, conviviendo a las mil maravillas el autotune con danzas ancestrales. Llegados a este punto hemos tenido muestras más que suficientes como para sentenciar que la producción de Paradís es descomunal.



