A veces hay que dar unos pasos hacia atrás para coger carrerilla y seguir con paso firme hacia delante. Esto nos ha pasado con SUÎTE MOMO y su disco Decálogo de Poemas Desesperados y una Canción de Amor (2012). Esta web no puede seguir su camino, más o menos coherente, sin reseñar este pedazo de álbum.
El grupo de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) volvió a la carga en el 2012 tras su debut en 2008 con Mientras Daba Vueltas de Campana, y de que manera. Nos subimos en una montaña rusa supersónica de ritmos tan estimulantes como sus loops y tirabuzones.
Lo Mismo que Ayer, empieza el disco muy a Los Planetas, incluso el tono vocal se asemeja al de Jota, con unas guitarras cabalgando sin cesar durante todo su metraje. Le sigue la gore Dîonysos (si véis el videoclip lo tendréis más claro), con actitud punk y una sentencia que se te clava en la mente: <<...La luz alógena de mi cuarto, alucinógena sensación>>.
Lo Mismo que Ayer, empieza el disco muy a Los Planetas, incluso el tono vocal se asemeja al de Jota, con unas guitarras cabalgando sin cesar durante todo su metraje. Le sigue la gore Dîonysos (si véis el videoclip lo tendréis más claro), con actitud punk y una sentencia que se te clava en la mente: <<...La luz alógena de mi cuarto, alucinógena sensación>>.
Guantánamo, nos viene muy bien para rebajar el nivel de decibelios con ese pop y sus brotes psicodélicos hacia su desenlace. Le sigue 2 Peces (videoclip al final de estas lineas) derivando hacia un post rock contundente y seguimos a este mismo nivel con Punto y Final, ambas con el desencanto amoroso como nexo de unión. La reaccionária Momo6, con sus guitarras afiladas, parece como queriéndonos picar buscando nuestra respuesta, quizás el inicio de una tan necesaria revolución.
Caperucita a Ciegas, encantadora con esos punteos de violín que nos acarician mientras esperamos a que nos devore el lobo feroz. No hay descanso, la batería desbocada y las guitarras punzantes vuelven con la autodestructiva Johnny muy Mal, recordándonos por momentos a los Red Hot Chili Peppers.
Los Nihilistas de Lebowski nos sume en la depresión más profunda con el violín como único remedio placebo. Nos levantan de la cama los compases ensordecedores de Matrix, mientras Libélulas humanizan a esta bestia travestida de banda y despide el disco con un "laralá" reflejo del triunfo sempieterno del amor.
Noise pop, grunge, post punk... díficil lo tenemos para encasillar a este grupo tan genuino dentro del panorama patrio. Lo mejor es que los escuches, si aún no lo has hecho ya, y lo goces bien.
El pasado sábado salieron triunfadores en el FIMRI 2013 de Valencia. Si queréis disfrutar de su directo su próximo concierto será en la sala AlmodoBar de Barcelona el nueve de marzo, yo de vosotros no me lo perdería.
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