Depeche Mode - Delta Machine (deluxe edition 2013)

Delta Machine resulta un álbum muy electrónico pero a la vez atesora un claro espíritu blusero. De hecho el título está sacado de la estrecha relación entre el blues originario del Delta del Mississipi y la tecnología.

La primera escucha no me resultó demasiado motivadora, incluso algo desilusionante,  pero cual fue mi sorpresa al concederle una segunda, a la que siguieron y seguirán muchas más ya que realmente estamos ante un trabajo fantástico, para saborear sin prisas ni estereotipos adquiridos de antemano sobre el trío de Basildon.

Empieza con Welcome to My World de manera muy similar al Sounds of the Universe y su In Chains. Tema que va cogiendo un aire épico empezando muy electrónica pero derivando casi hasta lo sinfónico. Nos topamos con Angel, que fue el primer avance que pudimos escuchar del álbum antes de que saliera publicado. Muy rock, Dave se muestra contundente en su interpretación pero a la vez lánguido en su estribillo. Golpe encima de la mesa de los británicos que nos ponen ya de primeras los pelos como escarpias.

El primer single, Heaven, balada gospel en la linea de la colaboración de su cantante con los Soulsavers, aunque curiosamente este tema esté compuesto por Martin L. Gore lo que demuestra hasta que punto ha llegado la simbiosis entre estos dos tipos. Nos quitamos el estado de serena placidez en el que estamos inmersos con Secret to the End y esa electrónica nerviosa que la acompaña desde el minuto cero que nos da paso al estribillo conjunto con Martin y esos acordes de sintes tan "made in Depeche". 

My Little Universe por momentos parece sacada del álbum VCMG que se marcó Martin con Vincent Clarke. Atesora el espíritu más techno del disco con diferencia. Blues y más blues en Slow con esos coros de Martin y ese riff de guitarra definitivo. 

Llegamos a la gran perla del álbum, Broken. Transmite desesperación y dramatismo; nos atrapa, emociona, remueve nuestras entrañas hasta llegar al corazón donde se va a quedar irremediablemente para siempre. Esos sintes, sucios de primeras, dulces después; la voz de Dave sonando más sincera y transparente que nunca y Martin acompañándolo en el estribillo, como no queriendo dejarle solo ante tanta emoción contenida. Nos acaban de aniquilar del gozo cuando llega ese cambio hacia el final de la canción con los acordes guitarreros de por medio. ¡Gracias chicos por regalarnos momentos como éste!

Martin coge el micro en la relajada y reconfortante después de las últimas emociones vividas The Child Inside, pero sólo es un alto en el camino ya que rápidamente nos asalta la rockera, Soft Touch/Raw Nerve. Ese golpeo constante de sintetizador fusionándose con la batería rezumando actitud próxima al punk. Pasamos a deleitarnos con esos impresionantes gorgoritos de Dave en Should be Higher, propagándose su voz hasta el infinito entre ritmos industriales.

La Peace del anterior álbum la tenemos en Alone, tema muy espiritual y místico derivando por momentos hacia el new age. El segundo single, Soothe My Soul, donde nos encontramos con un dance muy sexual, como se puede comprobar en el videoclip que adjuntamos a final de post. El riff de guitarra de Martin nos introduce a la blusera Goodbye que cierra el disco en su formato convencional. Brillante colofón, con esa fusión perfecta synth-blues, ¿habrán inventado un nuevo estilo musical? A espera de los bises, nos ponen la carne de gallina con esos duetos vocales que se nos marcan Dave y Martin.

Recomendamos que os hagáis con la edicion deluxe del disco por su cuidada edición, las fotos de su retratista oficial Anton Corbijn y sobretodo, por las cuatro canciones extras que contiene.

Las bonus empiezan con Long Time Lie, tema compuesto conjuntamente por Dave y Martin, de ritmo relajado, contrasta con su mensaje crítico ante uno de los grandes males de la humanidad: la mentira. Happens all the Time con ese apoyo filtrado y etéreo de Martin a los coros confeccionando un  medio tiempo electrónico de cadencia sensual. Seguimos con los mismos beats que su antecesora con Always y Martin como la voz cantante, alargando las notas como haciendo hincapié, tal y como reza su título, en la perpetuidad de su mensaje. All That's Mine, synth-pop añejo, cara B del single Heaven que pone, esta vez si, punto y final a Delta Machine.