Los onubenses Visión Sonora sacaron a la luz en mayo de 2012 su primer trabajo discográfico Oxígeno, producido por Raúl Pérez (Maika Makovsky, Pony Bravo, McEnroe...), grabado en los estudios La Mina y editado por la propia banda, bajo el nombre de ProVisión. Los protagonistas del invento son Manuel Vargas (guitarras), Cliff Houtkoop (bajo), Manolo León (pianos), Ismael Cadena (baterías) y Mon Domínguez (cantante y compositor).
Dulce Razón empieza como si el espíritu de un cantaor se hubiera fundido con la pedazo de voz de Mon, hasta que El Último de la Fila se decide a unirse a la fiesta configurando un inicio de fusión enérgica de álbum. Seguimos con la dulzona Viernes al Sol, y ese coro femenino intermitente en el estribillo que acentúa el sentimiento de melancolía al recordar tiempos más imberbes. Suave distorsión guitarrera nos muestra el camino de entrada al baladón Pronunciar Amor más veces que Maná, con esas referencias cinematográficas y musicales añejas, junto a su evolución rítmica que va agrandándose nota a nota adquiriendo proporciones épicas.
Año Cero nos recuerda de entrada a Los Piratas y acaba con unos Red Hot Chili Peppers yéndose de tapas por la calle Pablo Roda de la capital onubense, por cierto, ¿os lo imagináis? ¡que peligro! Sonido Bacuta con esas cuerdas punzantes como si del tic tac de un reloj se tratase, originando el compás de este sinfónico tema lleno de cambios de ritmos sorprendentes teniendo al órgano como claro protagonista.
Llegamos al climax del disco con Olvídate de Mí, preciosa canción repleta de versos desgarradores: "...fustígame al pasar... de la saeta al compás, es la cruz que he de llevar. Regocijo de dolores, no podía oler tus flores ahora sí, te quise hasta morir. Olvídate de mí.". A final de post encontrarás un videoclip intimista grabado en el Café Berlín de Madrid junto a Mara Barros. Se te pondrá la piel de gallina ante el sentimiento que transmite ese dueto estelar que se marcan Mon y Mara.
Cambiamos de tercio con la dinámica y poderosa Campeón del Mundo y esos retales de Triana incorporados. Seguimos animosos con los acordes guitarreros fronterizos de Luces de Alborada y unos intensos timbales de fondo que nos acompañan mientras Carmen "desespera" que el mar le devuelva a su vida.
Bajamos un par de marchas al vigor del álbum con Respirar que incluye un espléndido desenlace psicodélico con coros incorporados. Las notas del piano presentan la inclasificable y sorprendente Corta Atalaya, con unos cambios de ritmos que pasan de la dulce balada al rock sinfónico más recio. Nos sobreviene Georgina on my Mind, encantadora, sonando muy folk-rock, como si los Eagles tuvieran de repente ascendencia andaluza.
La acústica 12 de Octubre finiquita este grandioso disco. Un trabajo que respira "oxígeno" con alta concentración de amalgama entre rock clásico, flamenco, pop, rock andaluz, blues e incluso jazz. ¡Imprescindible!
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