El inicio de la gira de
presentación de Val Miñor-Madrid. Historia y Cronología del Mundo arrancó el
pasado viernes 25 de octubre en Barcelona, Razzmatazz 2, lleno hasta la cuarta
Z y bajo el cartel de “Entradas agotadas” colgado.
El último álbum del gallego es
una puta obra de arte (sí, he dicho puta), en mi lenguaje está un peldaño por
encima de obra de arte a secas. El concierto no se concentró únicamente en
presentar su último trabajo, donde sólo faltó “El Resplandor”, sino que ser
convirtió en una travesía de Piratas con destino al Ferreiro más empirista y
positivo.
Sin rodeos, “Turnedo” fue la
primera en sonar, las notas iniciales bastaron para identificar a un público
repleto de fieles seguidores. “El Bosón de Higgs” a continuación y la versión de
“Abrázame” incluida en Canciones para el tiempo y la distancia
fueron las siguientes protagonistas. “Pájaro Azul” y “Bambi Ramone” prosiguieron
enlazados al igual que en el álbum, siendo dos de los temas más energéticos del
mismo.
Primera regresión, año 2003,
álbum Relax, turno para “Inertes” que constató nuevamente la presencia de
viejos corsarios en la sala. “Chainatown”,
para mi uno de los mejores temas del último trabajo, lució descaradamente.
Entre “Jet Lag” fundida con “Tristeza” y “Nyc” fundida con “Santadrenalina”, se
colaron “Alien Vs. Predator” (con postureo femenino incluido a falta de la voz
de Julieta Venegas) y “Pandelirios” del más reciente CD. Remarcar uno de los
grandes momentos de la noche que tuvo lugar con la coreadas “Nyc-Santadrenalina”
ante un público entregado al 100% desde el primer al último minuto.
El poker de temas de Val Miñor-Madrid.
Historia y Cronología del Mundo “Como conocí a vuestra madre”, “Twin
Peaks”, “Brazil” y “El fin de la eternidad” daban paso a uno de los instantes
más ansiados: “Los Años 80”. No faltó, no podía faltar. Estuvo ahí, en los años
10, pero del presente siglo, ante el delirio del respetable.
“El Viaje de Chihiro” y “Solaris”
sonaron sin pausa, sin silencios entre medias, 2005 y 2013 entrelazados fueron
razón de peso para provocar un segundo bis.
Tras éste, Iván Ferreiro aparecía sólo en el escenario, sus manos sobre
las teclas blancas y negras y su voz (y la de todos los presentes) entonando “Promesas
que no valen nada” con la que reculamos 18 años para anclarnos en 1995, año en
el que vio la luz el segundo álbum de Los Piratas, Poligamia. Sin aparecer aún
la banda, Iván se recrea y nos regala (como no) “Insurrección” ese clásico de
El Último de la Fila acompañado por las cerca de mil voces que llenaban la
sala. Regresaron Los Piratas con “El equilibrio es
imposible”, iniciada con el piano y sumándose la banda nuevamente para terminar
el tema al completo.
Estábamos en Barcelona, y no
faltó mención a Montmeló, en forma de recordarnos que a Iván le van las motos, sonó aunque sólo hasta el primer estribillo “Una inquietud persigue mi alma”.
La presentación de la banda
presagiaba el final de la noche, acompañando a Iván, su hermano Amaro, Emilio
Saiz, Ricky Falkner, Pablo Novoa y Xavi Molero. Una mezcla catalano-galaico-madrileña
que sonó a la perfección, un once sobre diez para los músicos.
Con “El dormilón”, primer single
de Val
Miñor-Madrid. Historia y Cronología del Mundo y “Mi furia paranoica”,
hit incluido en Canciones para el tiempo y la distancia (2005) se despedían de
Barcelona de la que fue, sin dudas, una noche inolvidable.
Os recordamos la entrevista que realizamos en Música Crónica a Ivan Ferreiro recientemente, clicando aquí.
Os recordamos la entrevista que realizamos en Música Crónica a Ivan Ferreiro recientemente, clicando aquí.
Fotos cedidas por @blmartos (a excepción de la primera)
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