Tres años después de su debut homónimo, había hambre de EdredoN. Y qué mejor manera de saciarla que un disco de estudio grabado en directo, con la potencia sónica que caracteriza a la banda madrileña, pero con las ideas más claras.
En Yuri Triem (Origami Records 2013) permanecen los ingredientes que en su día los posicionaron en lo más alto de las listas de las principales cabeceras nacionales (Rockdelux, GoMag, Mondosonoro), a saber: bases rítmicas rabiosas que enmadejan baterías electrónicas y analógicas para crear muros de sonido apabullantes, apoyados en el uso desprendido de sintetizadores y guitarras distorsionadas. La evolución radica en que ahora todo suena más pensado, el disco adquiere una dimensión más profunda y atemperada y EdredoN, deudor confeso del post rock, el kraut y la música electrónica, encuentra definitivamente una identidad propia.
“Cuando planteamos una canción, pensamos siempre en el directo”, reconocen, y eso es algo patente a lo largo de los nueve cortes que conforman su segundo largo. Cada tema tiene una doblecara, algo que le deben a su productor Sam Willis, la otra mitad de Walls: “Desde el primer momento teníamos en la cabeza un trabajo muy electrónico, y así es como va a sonar en el escenario”, advierten. El disco, en cambio, tira por derroteros más analógicos que propician una escucha reposada e invita a descubrir la infinidad de matices electrónicos que revisten el protagonismo indiscutible de las guitarras.
Yuri Triem combina tempos contenidos (como en la elegante Madame Toussaud) con pelotazos que remiten a los energéticos ‘crescendos’ de sus inicios (Caballero!) y acomete virguerías psicodélicas como Interrelox y Cosmic Chicken, dos temas improvisados en el estudio de grabación que dan fe del nivel instrumental y creativo de la banda. Todo patinado con una producción de lujo pasada por cinta analógica que eleva los estándares a un estadio superior. “Antes experimentábamos más sobre la marcha; ahora teníamos muy claro lo que queríamos hacer, y este es el resultado”, reconocen. Sin duda, la espera ha merecido la pena.
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Fuente: nota de prensa Miguel Goñi (Origami Records).
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