El pasado viernes 6 de diciembre estuvimos en el mítico Bar Ceferino, una pequeña sala situada en el corazón del barrio del Poble Nou de Barcelona para disfrutar de una noche de rock’n’roll organizada por Red Sun y protagonizada por las bandas Pura Muerte (Madrid) y Howler Toad (Barcelona).
Howler Toad |
La noche empezó con la caña stonera de los barceloneses Howler Toad, una banda formada por Carlos Gavilán (voz), Martín (bajo), Marc Revilla (lead guitar), Rubén (segunda guitarra) y Cristóbal Mora (batería), que nos interpretaron canciones de su primer disco autoeditado Lickin’ the toad, además de regalarnos una versión del tema "Green Machine" de Kyuss.
El alto voltaje se desprendía desde el escenario transmitiendo a los asistentes altas dosis de energía y rock’n’roll a base de un sonido potente con una presencia guitarrera brutal gracias al ensamblaje perfecto de los dos guitarras que nos ofrecieron solos y riffs melódicos y contundentes, así como con la clara y característica voz heavy-metalera de Carlos, una batería revolucionada y un bajo continuo y efectivo.
Ver a los Howler Toad es ver una banda de stoner rock en su variante más clásica, una banda que deja de lado las divagaciones musicales y/o emocionales y que se centra en la técnica, que no en su virtuosidad, y en el desinhibido saber estar en el escenario. ¿Quieres rock’n’roll? Pues aquí lo tienes.
Pura Muerte |
Al finalizar la actuación subieron al escenario los madrileños Pura Muerte, una banda que ya cuenta con un cierto nombre en los circuitos del stoner rock estatal y que nos ofreció un directo profundo que nos sedujo con la atractiva puesta en escena de la front-man de la banda.
Luismi, David, Yaiza y Juanma (guitarra, bajo, voz y batería) pusieron a nuestros oídos y a nuestros sentidos composiciones rockeras con reminiscencias blueseras llenas de amalgamas que comprometen el ritmo y generan la expectación y desenfreno tanto de quien está encima del escenario como de quien está enfrente.
Los temas de Pura Muerte te acercan a la oscuridad y te permiten viajar a través de las emociones generadas por las dinámicas, el sonido fuzz roto de la guitarra, la desmelenada batería, así como por un bajo con personalidad propia y una voz líquida.
La entrega total del cuarteto en el escenario y su fiera actitud nos hizo disfrutar y balancear el cuerpo y la cabeza hasta el último instante, transpiramos stoner hasta que finalizó el concierto, dejándonos con ganas de más, y más, y más. \m/ \m/.
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