LA SOMBRA DEL ÁTOMO - "Sin centro de gravedad" (Music Bus - 2013)

“La dirección del disco era clara, buscar un sonido vintage y analógico emulando la música y las bandas que se gestaron en los 60’s, fusionada con un estilo más actual”

La Sombra del Átomo.

En Septiembre del 2013 veía la luz Sin Centro de Gravedad  (Music Bus) el primer trabajo discográfico del trío barcelonés La Sombra del Átomo, formado por los hermanos Marshall y Nathan Baughman. Un álbum que tras la primera escucha evidencia una enorme calidad con un sonido tan actual como sesentero, tan personal como influenciado, tan atrevido como equilibrado. Un diamante en bruto.

Diez canciones concebidas bajo la utilización de técnicas de grabación, amplificadores e instrumentos que vivieron su momento de gloria hace más de cuatro décadas y que hoy retoman protagonismo en Sin Centro de Gravedad.

El álbum abre con “Charlie con diamantes” que curiosamente fue el último en componer. Un tema basado en un crítico musical de la escena del indie patrio que acaba perdiendo la cabeza en un “mal viaje lisérgico” entre alucinaciones de flores de celofán, cielos de mermelada y la mirada de una chica con ojos de caleidoscopio.

“Dinero” es el tema más garaje del disco donde se nos muestra la insoportable banalidad del dinero y nos vuelve a confirmar que hay cosas que éste no puede comprar.

El primer single es "Sin centro de gravedad" y cuenta con la colaboración de Miri Ros (hermana de Marc Ros, Sidonie). Voces que se van entrelazando en el transcurso del tema  facilitando a nuestra imaginación el situarnos en este viaje retro espacial. Un largo viaje al infinito en el que se abrirán las puertas del templo de las deidades donde pasarán mucho tiempo juntos,  lejos de casa.
  

Foto: Bárbara López @blmartos

Brian Jones, fundador de The Rolling Stones, sirvió como fuente de inspiración para escribir el cuarto tema “Rock’n’roll star”. Considerada la primera Rock&Roll Star de la historia, se lleva este pequeño y merecido homenaje por parte del grupo a través del cual nos hablan de cómo una vida de excesos y fama puede llegar a deteriorar y destruir a una persona.

  

“Detroit 1980” Símil entre la asolada ciudad de Detroit y una relación terminada, la música de este tema nos traslada a la década de los 80 cuando la ciudad estaba en su época dorada. Muchos pasajes sonoros y un final del tema épico. Añadimos, guitarras a lo Two Door Cinema Club y un estribillo que nos recuerda a La Casa Azul, hace que éste tema sea uno de nuestros favoritos.

Polos opuestos que nunca podrán estar juntos. “Magnético”, la sexta track, muestra la conexión de dos personas que estuvieron fusionadas un día en un mismo cuerpo. La parte androide es uno de los personajes y la parte humana es el otro algo que un día fue biónico.

“Habitación 232” Es una historia real basada en una vivencia de uno de los componentes de la banda con una “groupie”… Inspirados en los sonidos de los años 20, al estilo de "Honey pie" revela una historia que transcurre en un viejo hotel, donde la gente viene y va. Un viaje en el tiempo inmortalizado en una pequeña obra de bolsillo.

La banda  al desnudo, dos guitarras, bajo y batería, sin edulcorantes y bajo un semblante bélico, nos transportan de lleno al campo de batalla mediante “Armas de destrucción masiva”. Orgullo y rabia se delatan en el tema en frases como “Prefiero perder la batalla antes que pedirte perdón” mientras trata de bloquear las tácticas del enemigo.

“Nena no fui yo” y “Último intento”, son piezas pop en estado puro para conseguir ese punto de equilibrio en el sonido que busca la banda en el disco y consiguen hacerlo más homogéneo. En éste último encontramos guiños al “Hey Jude” de The Beatles y un riff deferencia a “Kashmir” de Led Zeppelin.

En resumen, Sin Centro de Gravedad es un álbum que nos asombra. Despierta nostalgia como amantes de la música de los años 50 y 60 y nos sorprende como adictos a la música actual gracias a un perfecto equilibrio, calidad y buen gusto para fusionar décadas anteriores con el pop más vigente. 

Fuente: 1x1 de cada tema de mano de la propia banda. ¡Gracias!