A Vetusta Morla se le esperaba con ganas en Málaga, como en todas aquellas ciudades donde anunciaron fecha de presentación de su nuevo disco, La deriva, antes de que éste se publicara. Y como en el resto de ciudades, agotaron entradas a los pocos días de ponerse a la venta. Venían con Zoé, la banda mexicana que les va a acompañar en España, en esta parte de la gira, y ellos eran los encargados de hacer entrar en calor al público.
VETUSTA MORLA |
Poco después de las 21 horas, y con la sala aún llenándose, salían los de Cuernavaca al escenario para presentarnos su último trabajo, Programatón, publicado en 2013. Era su primera vez en Málaga, y expresaron su felicidad por ello, y aunque la gran mayoría de las 3.000 personas allí congregadas acudían por Vetusta Morla, contaban con un numeroso grupo de seguidores que, desde las primeras fila, cantaban y bailaban entusiasmados sus canciones, mostrando banderas de México y vitoreándolos a ellos y a su tierra patria.
ZOÉ |
Durante 50 minutos, muy bien aprovechados, alternaron temas de varios de sus discos, algunos tan conocidos como “Arrullo de estrellas”, “Nada”, “Andrómeda” o “Poli”, recordándonos la colaboración que la malagueña Anni B Sweet hizo con ellos para esta última canción. Zoé supo desplegar toda su fuerza, haciendo gala de un sonido limpio, haciéndonos disfrutar de su música, una mezcla de oscuridad, electrónica elegante, y guitarras potentes.
Tras la pausa necesaria, aparecía
Vetusta Morla a las 22:22 horas. Pucho se situaba en el centro del escenario,
tocando los timbales, dando entrada a “La deriva”, la canción que da título al
disco, mientras el resto del grupo iba tomando posiciones.
VETUSTA MORLA |
Pucho de VETUSTA MORLA |
A pesar de seguir a Vetusta desde
hace unos tres años, ésta era la primera vez que los veía en concierto. Había
oído hablar mucho de su calidad y de la energía que desplegaban sobre el
escenario, y confieso que iba predispuesta a ver un buen espectáculo. Y aun así
me sorprendió la elegancia y fuerza de su puesta en escena, un todo compacto donde nada desentona. Y me cautivó la forma en la que Pucho domina el espacio, como transmite con una voz que suena distinta a las grabaciones,
con una potencia que parece no tener fin, acompañándola con los, a veces,
hipnóticos movimientos de sus manos y de su cuerpo.
Después de "Maldita
dulzura" y "La grieta", comenzaba “Mapas” con una magnífica
intro, que poco a poco fue subiendo en intensidad, dando paso a un “Alto” en el
camino, respiro que todos agradecimos y que nos permitió coger aire para cantar
a pleno pulmón “Copenhague”, o bailar y saltar
con “Valiente” como si la vida fuera en ello. Enlazaban una tras otra sin
descanso y con la frenética “Fiesta mayor”, se despidieron, aunque todos
sabíamos que el concierto no terminaba ahí.
Guille Galván de VETUSTA MORLA |
Unos minutos después volvieron con la
delicadeza de “Una sonata fantasma” que nos
dejó boquiabiertos. Pero la calma duró poco. “Sálvese quien pueda” y “El hombre del saco”
fueron las siguientes en sonar. Pucho interrumpió esta última para presentarnos,
rapeando y a ritmo de palmas, acompañado por el público, a cada uno de los miembros del equipo que los
acompañan, mientras nos cuenta que en esta gira de “La Deriva” hay derivas
económicas, sociales personales, matrimoniales, sexuales… Cada uno tiene la
suya propia, y nos invita a volar sin miedo, para superarlas. Agradece la fe
depositada en ellos, agotando las entradas, antes de que saliera el disco a la
calle. Nos desea suerte en nuestras propias derivas y que nunca nos falte la
esperanza, desapareciendo el grupo, tras ello, del escenario por segunda
vez.
Jorge González de VETUSTA MORLA |
Casi inmediatamente comenzaron a
sonar los acordes de “Los días raros”, con un escenario vacío y oscuro, y se
podía intuir que, tras el extenso set-list de 21 canciones, ésta es la que pone
el broche final.
Quizá se pueda pensar que acabar con una canción que habla de esos días que todos hemos tenido, de desesperanza, pérdida o vacío, es un bajón, pero nada más lejos de la realidad. Te va envolviendo, erizando la piel, va llenándote de energía, una energía que se va liberando poco a poco, de menos a más, hasta llegar a ese eco final, grandioso, donde las luces, los instrumentos, la voz y los movimientos de Pucho son una explosión que inunda hasta el rincón más escondido de la inmensa sala. Una detonación que te deja el corazón encogido, la piel más erizada aún, el nudo en la garganta, los ojos brillantes y la sonrisa en la cara.
Quizá se pueda pensar que acabar con una canción que habla de esos días que todos hemos tenido, de desesperanza, pérdida o vacío, es un bajón, pero nada más lejos de la realidad. Te va envolviendo, erizando la piel, va llenándote de energía, una energía que se va liberando poco a poco, de menos a más, hasta llegar a ese eco final, grandioso, donde las luces, los instrumentos, la voz y los movimientos de Pucho son una explosión que inunda hasta el rincón más escondido de la inmensa sala. Una detonación que te deja el corazón encogido, la piel más erizada aún, el nudo en la garganta, los ojos brillantes y la sonrisa en la cara.
Pucho de VETUSTA MORLA |
Casi dos horas después, Guille,
Jorge, Juanma, David, Álvaro y Pucho, se despedían al filo del escenario, abrazados,
estrechando manos, agradecidos, y dejándonos con la inmensa satisfacción que
siempre da haber disfrutado de un directo impecable, de "diez", donde cualquier
detalle está pensado y cuidado con mimo.
Hay mucho más que esperanza en La Deriva de Vetusta Morla.
Hay mucho más que esperanza en La Deriva de Vetusta Morla.
concierto muy malo...la sala, de pena, el sonido fatal!!!!...25 euros para que se escuche a la gente más que a VM...
ResponderEliminarconcierto malo, fui a escuchar a la gente hablar, por que a vm ni los oí...
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