Cada
vez que te desplazas hasta el 02 de Greenwich (The O2) sabes y sientes que vas
a ver a un grande, ya sea mediática o musicalmente, aunque bueno, me
parece un crimen comparar a The National con Enrique Iglesias.
La
densa niebla que cubría el estadio le daba un perfecto toque de
misticismo a la noche, que combina perfectamente con las canciones y
letras de la banda de Cincinnati. Era como la entrada a una cueva
donde no me esperaba en absoluto lo que iba a pasar durante las tres
próximas horas.
Wild Beasts abrieron la noche de una forma brillante aunque se les quedó
un poco grande el escenario para el sonido que tienen. Se dejaron dos
de sus hits para cerrar el set, de algo más de media hora, que
entretuvo a muchos de los que llegamos con tiempo para ver a un grupo
que dará mucho que hablar en 2015. Una puesta en escena sencilla
pero con bastante personalidad.
WILD BEASTS, foto de Ivette Trinidad |
Cuando
todavía faltaban 10 minutos para las 9 de la noche se encendían las
3 pantallas del escenario donde se podía ver a todo el grupo en
directo en el backstage preparándose para salir. Unos afinaban sus
instrumentos, otros miraban al suelo concentrados, otros hacían
bromas...algo nunca visto por mi parte, una visión en vivo de lo que
está pasando detrás del escenario y que crea una comunión y
complicidad entre grupo y fan.
THE NATIONAL entre bambalinas, foto de Ivette Trinidad |
Como
ya nos han acostumbrado en esta gira de Trouble Will Find Me, los
americanos empezaban con “Don´t Swallow the Cap” presentando por
enésima y última vez el álbum que también da nombre a la gira y
que nos daban a conocer en 2013. Nos llevó media canción corriendo
por el lateral del enorme estadio para luego situarnos en medio de
torres humanas y para que, como si de un guiño se tratase, Matt nos
dijese “you should know me better than that...”, había que
pararse y disfrutar de “I Should Live in Salt”, segunda canción
de la noche.
THE NATIONAL, foto de Ivette Trinidad |
“Mistaken
for Strangers” nos tele transportaba a 2007 con un sonido que a mi
especialmente me gusta más, más guitarrero y una batería que suena
como los ángeles en esta y en todas las canciones. Soy fan profundo
de Bryan Deverndorf y sus gafas a lo John Lennon.
THE NATIONAL, foto de Ivette Trinidad |
Continuaban
con “Bloodbuzz Ohio” y “Sea of Love”, esta última nos
despertaba a todos con esos trallazos de batería tan
característicos. “Deamons” y “Hard to Find” ponían la calma
a un comienzo arrollador. Dos canciones estas también del último
disco que no suelen tocar en directo, pero la de anoche era una noche
especial y quizás una última oportunidad de oírlas en vivo.
De
momento el escenario se convertía en una jaula con rejas amarillas,
impresionante imagen con la que presentaban “Afraid of Everyone”.
Magia pura la que tiene esta canción, coros interminables, ráfagas
de distorsión que contestan las frases de un Matt que, aunque algo
comedido para lo que suele ser él, ya se le empezaba a notar más a
gusto. “...I dont have the drugs to sort it out...” quizás sea
una de las frases más duras y tristes que jamás he oído en una
canción.
THE NATIONAL, foto de Ivette Trinidad |
The
National se habían puesto ya el traje de faena y sacaba los
clasicazos como “Conversation 16”, “Squalor Victoria” y el
preferido de muchas “I need my girl”, momento perfecto para meter
mano, si te dejan, claro.
Llegaba otro de los momentos que me ponían los pelos de
punta, escuchar a un estadio entero cantar “I won´t be vacant
anymore, I won´t be waiting anymore” no tiene precio, valga el
tópico. “This is the last time” suena en directo millones de
veces mejor que en el disco.
Volvíamos
ahora al pasado, “Guest Room” de Boxer 2007 y “All the Wine”
y “Abel” de aquel Alligator de 2005 me descubrían la parte más
punk del grupo. Son temas que seguro sonaban mejor en la salas
pequeñas donde tocaban por aquella época, a las cuales, como ellos
dicen, no iba casi nadie pero que anoche enamoraron seguro a más de
uno que como yo, no había descubierto esa parte gamberra de The
National.
Matt Berninger, foto de Ivette Trinidad |
“Slow
Show”, “Sorrow” y “Pink Rabbits” ponían la calma a una
noche que se nos estaba pasando demasiado rápido. Es esta parte más
íntima la que me esperaba del grupo, pianos, guitarras acústicas y
una batería más jazzera.
Scott Devendorf, foto de Ivette Trinidad |
Llegaba
uno de los momentos que más esperaba, quería ver como la afición
inglesa cantaba “England”. El mensaje de Matt antes de que las
primeras notas del piano empezasen a sonar no podía ser más bonito,
“Inglaterra nos ha visto crecer y le debemos mucho”. Aquí habían
elegido acabar la gira de más éxito hasta el momento y la gente les
daba las gracias coreando cada palabra de esta canción. Describir
este momento sería demasiado atrevido, así que propongo ver los
videos de youtube y que se os caiga la lagrimilla si sois facilones
como yo.
Otra
vez la batería, otra vez mi amigo Bryan sacaba la metralleta y
empezaba a disparar con su caja las primeras balas de “Graceless”.
La gente en las gradas se levantaba, ¡ya era hora! Momento de
explosión en Greenwich, temblaba el meridiano y nos temblaban las
piernas a todos los presentes con el espectacular juego de luces y
voces de estos chicos. ¡Gracia y elegancia la que tienen ellos, de
esos les sobra!
THE NATIONAL, foto de Ivette Trinidad |
Todavía
me quedaba tiempo para descubrir la canción más antigua que The
National iba a tocar. La banda presentaba a su primera colaboración
de la noche, Nico Muhly, músico americano y amigo del grupo que
salía para tocar “About Today” de aquel ya viejo Cherry Tree de
2004. El violín y el sonido folk de esta canción no tienen
desperdicio, otra gratísima sorpresa.
Con
“Fake Empire” y de nuevo el piano como protagonista se despedían
los de Cincinnati para hacer un mini break, tomarse el tan ansiado
chupito de tequila del que Matt llevaba ya hablando un rato y salir
para acabar de enamorarnos a todos. El final de esta primera parte
era apoteósico, todos los instrumentos posibles en acción y guerra
de trompetas para acabar una brillante primera parte de show.
Aaron Dessner, foto de Ivette Trinidad |
Volvían
a saltar The National acompañados esta vez de Sufjian Stevens para
tocar “Ada”. Esta era sorpresa doble, porque cuando parecía que
la canción se acababa, se convertía en “Chicago” tema híper
conocido del invitado estadounidense y también muy amigo del grupo.
¡Brillante colaboración y éxtasis total!
Como
dice la canción, “the English are waiting...” y sí, estábamos
todos esperando este tema, pero The National si sabría qué hacer en
este caso, no como dice su letra. Estalló por primera con su voz el
líder del grupo para cantar "Mr November" y destrozó el micrófono a mitad del tema tras
tirarlo al suelo con rabia. Otra clase más de actitud indie rock por su
parte.
Cuando respirábamos esperando que quedase alguna canción más, nos dimos cuenta de que la gente giraba sus cabezas hacia la grada, era Matt haciendo de las suyas, ahora sí. Cantó “Terrible Love” desde todos los rincones del 02 Arena, grada este, centro de la pista, grada oeste, arriba y abajo esquivando los abrazos de la multitud. Lo que sonaba en el escenario era increíble pero daba un poco igual.
THE NATIONAL, foto de Ivette Trinidad |
Los
que seguimos al grupo sabíamos cuál iba a ser la última, pero
tenía mis dudas, ¿la cantarían a capella como suelen hacer?, era
un recinto demasiado grande para que todo el mundo escuchase bien sin
micrófonos. Pues no fue totalmente a capella pero casi, un par de guitarras
acústicas, algo de percusión y la voz inconfundible del amo de la
noche nos ofrecían “Vardelyle Crybaby Geeks”.
Silencio sepulcral en las primeras notas de la canción para que poco después y por segunda vez se unieran todas y cada una de las gargantas de los allí presentes para acabar de una forma espectacular esta noche fría en Londres.
Silencio sepulcral en las primeras notas de la canción para que poco después y por segunda vez se unieran todas y cada una de las gargantas de los allí presentes para acabar de una forma espectacular esta noche fría en Londres.
Nos
íbamos de camino a casa tarareando esta última canción y
preguntándonos como había pasado tan rápida esa noche. Un
larguísimo repertorio de 26 canciones poco habitual en un concierto
hoy en día.
Nos
enamoramos de The National. Quizás con el siguiente disco ya no
tengan el cartel tan indie como hasta ahora porque se han hecho muy grandes. Pero eso si, se han consagrado y
tengo muchas esperanzas en que puedan seguir manteniendo este espiritu.
Como
uno de sus miembros dice en el documental de su anterior gira
“Mistaken for Strangers” y muy recomendable, “no creo que
duremos 50 años juntos como grupo”...pues por mí, como si duran
100.
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