Llegar a la sala con
casi media hora de antelación no fue suficiente para asegurar un sitio en las
primeras filas. Los mismos fieles que
días antes habían hecho colgar el cartel de “sold out” (algo por desgracia muy
inusual), hacían una larga cola delante de Music Hall desde rato antes de la
apertura de puertas.
XOEL LÓPEZ avisaba al poco de saltar al escenario: "No
es sólo Paramales lo que va a sonar, pero si va a sonar todo Paramales".
Y así
fue. Intercalados con los temas del su último trabajo al completo, se pudieron
escuchar temas de Atlántico como "Hombre a
ninguna parte", "Buenos Aires" o "De piedras y arena mojada". Incluso algún
tema de Deluxe como "Historia universal".
Salir
a escena con todo vendido es una motivación extra para el artista, y eso se
veía en las caras de XOEL y el resto de músicos, que salieron enchufados desde
el backstage La comunión entre la sala y el escenario fue perfecta desde el
minuto cero. Dos horas intensas de fiesta en la que el público se entregó
completamente a la banda, y la banda a su público.
Si nos
paramos a mirar solo un poco el formato elegido por XOEL para la gira,
destacaríamos sin duda el equilibrio entre la energía y la nitidez. Con siete músicos en escena, se podía entender perfectamente el porqué de cada cambio de
guitarra del artista, los juegos de shakers de la sección percusiva, y la potencia
de hasta cinco voces logrando acordes perfectos.
Cuando
un artista disfruta tanto de su público como su público del artista, podríamos
calificarlo de un show prácticamente perfecto, y eso es lo que pudimos ver en
Music Hall barcelonesa este pasado sábado. Un XOEL LÓPEZ radiante ante una Barcelona entregada.
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