Un año mas (y van nueve) el Polifonik Sound no defraudó y pudimos
disfrutar de dos días intensos de buena música, buen ambiente y una provincia
volcada con el evento definido como “El Festival de la Hermandad” por Martí Perarnau, líder de la banda Mucho.
En ésta edición el festival
contaba con un escenario exterior para los conciertos de tarde-noche, lo cual
fue un acierto para disfrutar del buen tiempo de Barbastro, excepcionando una
ligera tormenta que sirvió para refrescarnos de tanta calor.
Nos sorprendieron grupos que no
habíamos tenido el gusto de ver aún en directo como Rural Zombies, frescor exquisito, elegancia sencilla y pura, con melodías
preciosistas y ritmos simpáticos imposibles de no bailar. Mechanismo, que nos definían su paso por el festival como “conexión con el público”, ofrecen una
propuesta de atmósferas con melodías envolventes mezcladas con canciones
sinceras y realizadas con mucho gusto.
Rural Zombies |
Los Bengala grato descubrimiento, sorprendente cómo dos chicos
pueden llegar a llenar un escenario con una batería y una guitarra. Un
espectáculo de energía y fuerza que nos levantó a todos de las sillas, y es que
cómo decía Borja (batería) “Esto
parece una merendola!” y acabó siendo un concierto donde la gente se dejó
llevar sin miramientos.
Lo gozamos también con otras
bandas participantes como My Expansive Awaerness,
Pull my Strings, Belize, Domador o Pianet y no, no
nos olvidamos de los cabezas de cartel, los grupos con más peso en esta edición,
que resumiremos en forma de titular:
IZAL: Fórmula infalible
MISS CAFFEINA: Dulzura enérgica
L.A.: Solvencia inmortal
GRISES: Garantía de calidad
EGON SODA: La experiencia de los alquimistas
DELORENTOS: Canciones para la eternidad
SEXY ZEBRAS: La furia y el descaro
CYCLE: Placebo para la apatía y el conformismo.
Al margen del cartelón, la
organización es uno de los puntos fuertes del Polifonik. Todo cuidado al detalle para que el público se sienta
como en casa, damos fe de que son un gran equipo humano difícil de mejorar.
A partir de ya, contamos los días
para repetir en la próxima 10ª edición del Polifonik
Sound que a buen seguro será memorable. ¡Larga vida!
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