MUCHO es el proyecto, ahora ya sí personal e intransferible, de Martí Perarnau IV. Entre 2016 y 2018 arrincona los instrumentos musicales convencionales recluyéndose en su casa con ordenadores varios y liberando al artista electrónico que habitaba en su fuero interno. Con la complicidad de Emilio Saiz (Iván Ferreiro, Nothing Places, Oso Leone) empieza a dar forma a esta barbaridad de trabajo que es ¿Hay alguien en casa? (Kartoffel Kollektiv, 19).
Posteriormente se añaden diferentes sintes, piano, vocoder, alguna guitarra, bajo, batería y voces de la mano de Ricky Falkner (Egon Soda, Standstill, Love of lesbian), Xavi Molero (Egon Soda, Iván Ferreiro) y Emilio Saiz. La producción corre a cargo de Ricky Falkner, Santos Berrocal, Fluren Ferrer y el propio Perarnau IV.
Es un álbum cuyo devenir evoluciona desde el atardecer hasta el amanecer de una noche urbanita. Momentos perfectos para dar rienda suelta a los sentimientos de frustración, soledad, rebeldía e inconformismo del artista.
¿Hay alguien en casa? nace con el mismo año que el artista manresano, "1985", un corte muy bailable, una de las características de este trabajo, propenso a la pista de baile. Otra particularidad del álbum sería que, por su duración y desarrollo, los cortes parecen auto-versiones maxi-singles, así como los sutiles enganches entre ellos que facilitan que podamos escuchar el disco del tirón a modo de DJ sesion.
Cambiamos el house-trance del arranque por el elegante synth-pop de "El enemigo ahora vive en todos nosotros" (clip a pie de reseña), uno de los que fueran cortes avances del trabajo junto a la desangelada y melancólica "Ahí te quedas, Perarnau" y el contestatario rave "Putochinomaricón", donde MUCHO va repartiendo estopa a diestro y siniestro con una lírica donde toparse con perlas como: <<Azúcar, calorías vacías, aceite de palma, grasas saturadas, pagar el gimnasio para quedar bien en el trabajo... Cárcel, todos terroristas independentistas enemigos del estado cuadriculado, vas a estar encerrado tres años por hacer canciones, pero libre toda la vida con la brisa marina meciendo tus mejillas aunque te hayas llevado más de lo que vamos a ganar en toda la vida... los delirios de grandeza están patrocinados por Endesa... Rojo, ateo, Putochinomaricón, no vengas por esta iglesia a pedir confesión porque ahora y de siempre Dios es sólo español...>>
Las hipnóticas y reflexivas "Nunca pegarías a un hombre con gafas" y "Se que soy una anomalía"; mellizas tanto en temática como rítmicamente, con unos beats marciales que seguro provocarán sutiles oscilaciones en tus caderas.
El baladón del conjunto, "Soy un aeropuerto". Da la sensación como si Perarnau haya recogido las 9 canciones restantes de ¿Hay alguien en casa? y después de pasarlas por un turmix hubiera rebajado al mínimo sus beats por minuto, obteniendo como resultado esta delicia.
¿Hay alguien en casa? nace con el mismo año que el artista manresano, "1985", un corte muy bailable, una de las características de este trabajo, propenso a la pista de baile. Otra particularidad del álbum sería que, por su duración y desarrollo, los cortes parecen auto-versiones maxi-singles, así como los sutiles enganches entre ellos que facilitan que podamos escuchar el disco del tirón a modo de DJ sesion.
Cambiamos el house-trance del arranque por el elegante synth-pop de "El enemigo ahora vive en todos nosotros" (clip a pie de reseña), uno de los que fueran cortes avances del trabajo junto a la desangelada y melancólica "Ahí te quedas, Perarnau" y el contestatario rave "Putochinomaricón", donde MUCHO va repartiendo estopa a diestro y siniestro con una lírica donde toparse con perlas como: <<Azúcar, calorías vacías, aceite de palma, grasas saturadas, pagar el gimnasio para quedar bien en el trabajo... Cárcel, todos terroristas independentistas enemigos del estado cuadriculado, vas a estar encerrado tres años por hacer canciones, pero libre toda la vida con la brisa marina meciendo tus mejillas aunque te hayas llevado más de lo que vamos a ganar en toda la vida... los delirios de grandeza están patrocinados por Endesa... Rojo, ateo, Putochinomaricón, no vengas por esta iglesia a pedir confesión porque ahora y de siempre Dios es sólo español...>>
Las hipnóticas y reflexivas "Nunca pegarías a un hombre con gafas" y "Se que soy una anomalía"; mellizas tanto en temática como rítmicamente, con unos beats marciales que seguro provocarán sutiles oscilaciones en tus caderas.
El baladón del conjunto, "Soy un aeropuerto". Da la sensación como si Perarnau haya recogido las 9 canciones restantes de ¿Hay alguien en casa? y después de pasarlas por un turmix hubiera rebajado al mínimo sus beats por minuto, obteniendo como resultado esta delicia.