El coqueto pop de su trabajo anterior, el EP Un día en Aberdeen (Flor y Nata Records, 17), muta aquí en texturas folk altamente sugestivas. Una noche en Shinjuku (Ànima Records, 19) es el nuevo trabajo de JOAN VILLALONGA y es una fiesta para tus sentidos.
Desde que lanzara su carrera en solitario la inspiración a la hora de componer del castellonense surge principalmente de vivencias recopiladas en sus viajes. Esta vez le toca el turno al distrito de Shinjuku de la capital nipona.
"Irreal" abre el trabajo con un regio folk y cierto halo contestatario. El cambio de rumbo mostrado hacia el minuto 3' le inyecta tanto inquietud como hechizo. Seguimos en modo fascinado con "Lluvia", enorme, tanto por su duración (7 min.) como por la emotividad que transmite. Etérea, ingrávida, con una guitarra que parece vaya acariciando las gotas de una precipitación que es gloria bendita.
Nos adentramos en el folclore autóctono con el tema titular. Su escucha hará que percibas el aroma del rebozado de un Manchikatsu de ternera mientras deambulas por las calles de este barrio de Tokio.
El delicioso medio tiempo "Sonrisas forzadas" (videoclip a pie de post) es uno de los cortes más inmediatos del conjunto, con un formato, tanto de estructura como de tiempo, más cercado al pop. Sutiles palmas acompañan el estribillo desembocando en unos coros que en su última tentativa bordean la épica.
"Algo extraño" inicia la serie de colaboraciones vocales de Una noche en Shinjuku con Félix Gimeno (Sánchez). Una especie de bolero, entre seductor y turbador, con un saxo en su ocaso edulcorando su halo inquietante.
"Algo extraño" inicia la serie de colaboraciones vocales de Una noche en Shinjuku con Félix Gimeno (Sánchez). Una especie de bolero, entre seductor y turbador, con un saxo en su ocaso edulcorando su halo inquietante.