"Protege al corazón contra los venenos, protege al cerebro de los malos encantamientos, protege contra las mordeduras de serpiente. Calma la cólera, da valor, fortaleza, atrae la bondad".
Con un "Hechizo Protector" arranca Brujería (Elefant Records, 19), sexto álbum en la carrera de Ana Fernández-Villaverde, LA BIEN QUERIDA. Una intro que pretende preservarte de los efectos nocivos del sortilegio del enamoramiento, misión altamente complicada.
Con un "Hechizo Protector" arranca Brujería (Elefant Records, 19), sexto álbum en la carrera de Ana Fernández-Villaverde, LA BIEN QUERIDA. Una intro que pretende preservarte de los efectos nocivos del sortilegio del enamoramiento, misión altamente complicada.
Con la balada "La Verdad" Ana nos sitúa ya de entrada el listón emotivo a niveles olímpicos. Un desarrollo estrofa+estribillo tradicional multiplicando en la segunda entrada su efecto ensoñador, convirtiéndose de inmediato en otro clásico en el haber de LA BIEN QUERIDA.
"Te Quiero" sigue ahondando en el lado más conmovedor dentro de las composiciones de Ana, bueno, de hecho estamos ante su álbum más enfocado si cabe en ese sentido, sosegado y melancólico. Una declaración de AMOR, así, en mayúsculas, sin filtro. Con una base tanto rítmica como lírica que nos recuerda inevitablemente al "Muero de Amor" del extraordinario Premeditación, Nocturnidad y Alevosía (Elefant Records 2015).
"Déjame Entrar", con la colaboración de David Rodríguez (LA ESTRELLA DE DAVID), y un deje fronterizo a lo BSO de western como lienzo para pintar una súplica desgarradora, a la desesperada. Otra maravilla de la bilbaína.
Cambiamos completamente de registro musical con "¿Qué?", la única invitación al baile del álbum, con una base a lo "Blue Monday" (NEW ORDER) y la colaboración de Diego Ibáñez (CAROLINA DURANTE). Es un espejismo, con "Miedo" volvemos a terrenos más de índole lánguido aunque esta vez con un progreso increscendo. Rondando el minuto dos la caja de ritmos le va inyectando punch por lo bajini, para explotar al minuto y medio después, completando otro de los momentos cumbres del trabajo.
Foto de Alfredo Arias |
"Me Envenenas" es rabia, es placer, es dolor... el lado más destructivo e intenso del amor, sin concesión, enérgica e inquietante. Menos mal que llega "Nubes Negras" para apaciguar los ánimos. Al menos rítmicamente, porque en lo que refiere a su sustancia, ésta no puede ser más desoladora. El estribillo resulta revelador: "...y si no puede ser, y si no puede ser, ayúdame, ayúdame a olvidarte".