Si nos ponemos la bata de científico loco y fusionamos las esencias de Raphael y Morrissey el resultado estaría muy cerca de convertirse en Lucas de la Iglesia, oséase CONFETI DE ODIO. Estamos ante uno de los fenómenos más cautivadores, pasionales y heterogéneos, todo ligado, que ha emergido en el panorama musical patrio en los últimos tiempos. Sin desmelenarse es capaz de darle a la música ligera más melodrámatica; al jangle-pop más juguetón, al du duá y surf más añejos, y al garage más desaliñado.
Tremendo debut en formato largo éste Tragedia Española (Snap! Clap! Club, 2020) después de que el madrileño ya nos diera muestras de su potencial con el EP Llorar de Fiesta (2018) y un posterior ramillete de singles.
El baladón corta-venas "Todo Muere" inaugura el álbum de manera tan arrolladora como deprimente, el desamor ya tiene esas cosas. Se te secan las lágrimas de golpe con "Muchísimo" (clip a pie de post) y sus rotundas guitarras garageras. Con "Triste de Verdad", su título no lleva a engaño, volvemos a pisar terrenos pesarosos asfaltados con esencia du duá, que quieras o no pero amortigua el golpe. Seguimos con coros 50's en el intro de la resplandeciente "Dale una Oportunidad al Amor", aunque enseguida deriva hacia un enérgico pop-rock, completando una de las canciones más inmediatas y frescas del conjunto.
Alcanzamos el ecuador de Tragedia Española con "Ansiedad (has vuelto a mí)", cuya plácida sonoridad contrasta frontalmente con su depresiva letra, maravillosa languidez al poder. Seguida de la nostálgica "Minuto de Ruido", con ese abrumador cambio hacia la mitad de su metraje, como remando con todas sus fuerzas a contracorriente, rebelándose ante el poder tóxico del amor.
Foto de Clara Lozano |
La adictiva jangle-pop "Todas las Guillotinas van al Cielo" te hará incluso bailar. Eso sí, al estilo CONFETI DE ODIO, bailar llorando, aunque se atisbe una tenue luz al final del túnel. La guinda la pone una conclusión con sorprendente guitarra metalera.
Por si no hubiéramos tenido suficiente ración de amargura y cuando parecía que levantábamos una pizca la cabeza, el doblete final de cortes nos remata definitivamente. La acústica "Última visita al Hospital", tan triste como sublime, la crónica de una pérdida, esta vez si, irrecuperable.
El cierre resulta arrollador con "Mi Funeral", algo así como un <<que os den>> desde la tumba, digno colofón para un glorioso trabajo.Abraza la Tragedia Española de CONFETI DE ODIO >
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