La prolífica carrera de Ramón Rodríguez alias THE NEW RAEMON tras Madee ha ido marcada en parte por continuas colaboraciones, tanto dentro de su propio trabajo como alternándose con proyectos comunitarios. En el segundo caso buenos ejemplos serían El Problema De Los Tres Cuerpos (Cydonia/Playas De Normandía 2011) álbum junto a Francisco Nixon & Ricardo Vicente; Convergència i Unió (BCore 2013) con María Rodés y Martí Sales; y Lluvia y Truenos (Subterfuge, 2016) escrito a cuatro manos con Ricardo Lezón, líder de McEnroe. Este modus operandi ha generado A los Que Nazcan Más Tarde (BMG Spain 2021), compuesto junto al genio del ambient estatal con gran presencia internacional DAVID CORDERO y el multiinstrumentista y productor MARC CLOS.
Los tres artistas se conocían de años, habían intercalado colaboraciones cruzadas e incluso habían coincidido juntos durante las sesiones de grabación del mencionado Lluvia y truenos (2016). Era cuestión de tiempo que confluyeran en un trabajo conjunto.
Llegó la pandemia, con ella el confinamiento y enseguida se puso en marcha la maquinaria. El contexto era distópico, angustioso, buen caldo de cultivo para posibles composiciones arrebatadoras. Para que el proyecto no sonara a ninguno de los tres componentes en especial, sino que imperará la homogeneidad, se impusieron el salir de su zona de confort; Ramón aparcando las guitarras y cogiendo el piano, Marc abrazando la electrónica y David dejándola a un lado para trabajar con instrumentos de índole más acústico.
Cada uno aportando desde sus respectivas casas/estudio, intercambiando archivos sonoros y con ellos ideas, notas, texturas... Así, durante tres semanas intensas de fluidez compositiva y compenetración al cuadrado, se fue forjando el trabajo.
A los Que Nazcan Más Tarde despierta con el romanticismo de "La Peor Parte" y ese loop de notas al aire del piano junto a unas balsámicas cuerdas y la voz de Ramón enmarcando ese <<...quiero morir sin tu perdón>> que se apalanca en tu memoria, a modo de monumento a la adoración y la ternura.
<<Hubo un tiempo en que fui un saco de boxeo, hubo un tiempo en que no quise amar. Contigo todo se detiene, despierto y me hago más grande. Te amo de la cabeza a los pies. Algunos quieren destruirnos, son bloques de cemento. Bailaremos a cámara lenta para escapar de los lobos>> Ante esta lírica qué difícil es poder aportar algo que resultará seguro prosaico ante tal belleza. Esa belleza complementada a la perfección con el sonido que envuelve "Cámara Lenta", el segundo de los cortes del álbum y uno de los momentos más experimentales y a la vez más sugestivos del conjunto. La intervención del violonchelo de Antonio Fernández Escobar resulta la guinda de este suculento pastel sonoro.
"Plata Verdadera" y su lapidaria frase <<.. eres plata, verdadera plata...>> como bandera de una oda que enarbola un tema electrónico minimalista hasta catapultarlo hacia lo más profundo de tus sentidos.
Cogemos aire con "Desnudo Frente a la Máquina de Escribir", al menos en lo que se refiere a su sonoridad ya que su mensaje transmite más incertidumbre que otra cosa. Es un espejismo porque con "Corre, Caballo Viejo" recuperamos enseguida niveles de emotividad desde la sencillez, rara vez logrados en los últimos tiempos dentro del panorama musical estatal, quitando precisamente algún que otro trabajo que lleva la firma de los culpables de lo que estamos escuchando. El camino de la vida, con tropiezos, aciertos, dudas, decisiones... Todo suma y hace bagaje, pero hay que seguir, no queda otra y lo que nos queda.
"Una Infancia" saca a la luz una de las diversas influencias que han ayudado a la gestación de A los Que Nazcan Más Tarde. Nos referimos a los THE CURE más turbadores y reflexivos, con un bajo que parece tocado por el mismísimo Simon Gallup. Para completar el halo de reminiscencias del disco nada mejor que pasarse por la playlist que David Cordero ha querido confeccionar a tal efecto.
Con las delicadas notas de "Todos Quieren un Final Tranquilo" entramos en bucle con ese etéreo arpegio de guitarra por lo bajini, que nos conduce, junto a un acompañamiento instrumental sutilmente embriagador, a su desenlace en forma de dolorosa invitación: <<...llóralas las cosas, llóralas>>
"No Haces de Mí lo que No Soy" es la excepción que confirma la regla o lo que viene a ser el corte más inmediato del trabajo y además uno de los de mensaje más esperanzador u optimista. Ese solemne piano presentando una base y evolución cercana a un elegante house con sabor étnico. Además puedes incluso bailarla.
<<Lo peor pasó.>>, así queremos pensar, como se cierra "Orión Brillando a lo Alto". Un conmovedor homenaje ambient electrónico a la fe en la humanidad, porque aunque <<...sufrir es horrible...>>, siempre se atenúa abrazando la bondad y la honradez.