:3 (dos
puntos, tres) -Elefant Records 2021- es el tercer
álbum en formato largo del supergrupo Axolotes Mexicanos. Olaya Pedrayes (voz y teclados), Juan Pedrayes (batería), Lucas de la Iglesia (guitarra), Mario del Valle (guitarra)
Siempre
tenemos que buscar el lado positivo de las cosas, aunque a veces cueste y
mucho. Uno de los efectos colaterales de la pandemia que podemos clasificar
como provechosos ha sido que, pese a pararse en seco los conciertos o quizás
por ello, las bandas en muchos casos han podido concentrarse al 100% en el
proceso creativo. Este es el caso de Axolotes Mexicanos que durante el
confinamiento pudieron, a través de los hermanos Pedrayes junto a Stephen, poder ir
confeccionando las trece canciones que componen :3 (dos puntos, tres).
"Opening" nos abre las puertas a esta especie de salón recreativo sonoro que resulta el nuevo trabajo del quinteto. Esta vez con regusto a videojuegos 8 bits 80's y espíritu de banda de High School americana. Su lírica es bien explícita y muestra ya de entrada un sentimiento de rechazo fraternal que será bastante recurrente durante todo el metraje: <<La chapa que me das Cuando empiezas a hablar no la puedo soportar, me voy a mi casa, me tomo un Orfidal y pienso en mil maneras para poderte evitar...>>
"Cara
de idiota" muestra el lado más dulzón de Axolotes. El amor es lo que tiene
y más aún si se envuelve en un pop aterciopelado como el que nos ocupa. Llega "Vergüenza" y nos relajamos con la tranquilidad que nos da una relación
cuando se despoja de su vertiente sentimental, todo acicalado con encantadores notas j-pop.
La
nostálgica y adictiva noise-pop "Verano en espiral", con su videoclip cerrando la página, nos conduce de
manera encantadora a la inapelable "Que te pires". Un puñetazo en la
boca, asomando la cabeza la cresta punk de
la banda. Cóctel embriagador de guitarras metaleras, bajo percutor, batería desbocada, sintes
dementes y una letra que es vehemencia pura y dura.
Nos
tomamos un respiro en el remanso de paz que es
"Cuando_estoy_contigo.mp3". Cuqui como ella sola, la más breve del
conjunto con diferencia con su minuto y cuarenta segundos de pop en letras mayúsculas.
"Oshare Kei" transpira las reminiscencias de la subcultura musical japonesa más reciente que tanto agrada al quinteto. Nos pasa por encima el arrebatador medio tiempo "No sé si llamarte". Desgarradora pese a unos sintes que parecen querer aliviar con sus notas dicharacheras tanta amargura reinante.
Con la bipolar "Te quiero (...)" vuelve a escena el pop azucarado aunque sin abandonar el poso punk tan marca de la casa, como exhiben en el estribillo. "Gotelé" es la primera balada del álbum, melancolía al cuadrado, acústica en su primera mitad para luego entrar sintes y sección rítmica como queriendo ayudarte entre todos a asumir de que: <<...esos días ya no volverán.>>
"Quiero
que vengas" es esa ventana abierta que hace que te de todo el solano en la
cara al despertar tras una noche de borrachera. Eso sí, su cadencioso ritmo y
exquisita producción actúa a modo del mejor Ibuprofeno posible.
"De aquí a un año" es la gran balada del disco. Tan preciosa como agridulce, con unos arreglos gourmet acentuando, aún más si cabe, su poderío emocional. Al estribillo hay que darle de comer aparte, maravillosa.
Todo
lo bueno se acaba y "Ending" no puede ser más explicito con su
título. Cerramos la simetría evolutiva de :3 (dos puntos, tres) con el lado más juguetón de AXOLOTES MEXICANOS. Esta vez para reivindicar que todo y lo
desastre que uno pueda ser nunca debes darlo por perdido: <<...creo que
llegaré tarde, espérame por favor, aunque esté pal arrastre no quiero
ambulancias, yo me curo con tu amor.>>
Gózalo
con el :3 (dos puntos,
tres) de Axolotes Mexicanos>
.
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