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viernes, 10 de diciembre de 2021

MARIA RODÉS Y LA ESTRELLA DE DAVID - "Contigo" (Elefant Records, 2021)


Amor, desamor, humor... Si sigo con vocablos acabados en "mor" podría llegar al "tumor", y como que no 😉. Ahora totalmente en serio, este matrimonio de conveniencia sonora que es el formado por MARIA RODÉS Y LA ESTRELLA DE DAVID revolotean alrededor de las tres primeras palabras que arrancaban estas líneas para dar como fruto el encantador Contigo (Elefant Records, 2021). 

Con la impecable y personalísima producción de Sergio Pérez (MUJERES, JOE CREPÚSCULO, LOS PUNSETES...), bajo el manto de ritmos bluegrass, country-folk y tex-mex, el dueto va desplegando una complicidad exquisita para ir narrando un romance como los de antes, tal como expone el primer verso de su corte inicial, "Hacer el amor":  <<Quiero un amor que me obligue a rendirme, quiero ese calor que no da la pasión. Y no sé si eso existe, lo que tenga que ser que sea contigo al lado. Yo quiero un amor antiguo y no me importa ahora mismo si pido demasiado>>. Y es que lo que el banjo y la pedal-steel ha unido, que no lo separe el hombre. Una canción que es pura caricia.

Con "Lo que venga ya vendrá" se aviva un pelín la cadencia hillbilly para que Maria nos confiese que <<después de tantos años de revolotear He encontrado un nido en el que me quiero quedar contigo mucho tiempo, aunque me va a costar, pues soy un alma errante y nunca encuentro mi lugar>>. Ya se adivina que sostener esta relación no será tarea fácil.

Foto de Sergio Albert

La historia del idilio amoroso no se cuenta totalmente cronológicamente como demuestra la apesadumbrada "Viernes". David Rodríguez le pone voz a una despedida a contra corazón, una retirada tan amarga como inevitable. En cualquier momento parece que tenga que aparecer un mariachi para consolarle o rematarle del todo, eso ya va a gustos.

"Un mundo ideal" es maravillosa, nos viene de perlas para recuperar el ánimo y de qué manera. Unos trémolos de mandolina nos hacen derretir del gusto, al igual que le sucede a su protagonista dentro del sueño. Quién sabe, quizás al despertar se haga realidad al modo final feliz de Aladdín.

Con "Venga va" nos ponemos de vuelta de tiernos, en un momento de la relación que, al igual que esta canción, no querríamos que acabara nunca. Esas mariposillas en el estómago, ese primer beso, esos tembleques de piernas. Un corte precioso, como la dulce "Eres". Declaración de amor en toda regla, sin filtros ni titubeos. Maria, el violín y la guitarra eléctrica se montan un trio mágico mientras el resto de la instrumentación van lanzando pétalos de rosa al aire.

Con "Milagro" puedes incluso bailar y es que no hay para menos teniendo en cuenta que ya confirmamos que el romance ha llegado a buen puerto. Hay que celebrar por todo lo alto que sucedan cosas como esta: <<Llega contigo la primavera Llega la luz y mi alma vuela. Existe un Dios, ahora sé que sí porque es un milagro que estés aquí. Es un incendio, un polvorín. Nunca he querido a nadie como a ti>>.

La relación da muestras de flaqueza en "Zombi" (videoclip insertado a pie de página), aún así los protagonistas se agarran a un clavo ardiendo para seguir transitando por terrenos amorosos. Nos queda suficiente ánimo y confianza como para planificar incluso un futuro juntos. La evolución sosegada y estable del tema parece abocarnos a eso, crucemos los dedos.
 
"La última vez" es melancolía al cuadrado, con cierto deje a ranchera y Maria cantando unos versos bien sentidos sobre un romance que llegó a su fin: <<Tanto amor que me diste, no lo pude soportar y ahora que ya no existe, no lo puedo olvidar>>.

Un caballo parece llevar a lomos a Maria en "Fantasmas", escapando de una experiencia amorosa que posiblemente volverá a repetirse, o no, la vida son eso, ir salvando pantallas y a poder ser salir reforzados. David también tiene su momento para reivindicarse  en "Lo que yo quería", aprender de los fallos, superar los demonios, hacer borrón y cuenta nueva.

Se cierra el trabajo y la relación con la azucarada "Nos vamos a divorciar", focalizando más que en un sentimiento de amargura, en casi una liberación. El ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra, por eso ya estamos pensado en que: <<La vida me encontrará con la mirada encendida, me volveré a enamorar, nos vamos a divorciar>> La lapsteel pone la rúbrica final a un álbum delicioso.

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MARIA RODÉS

   

LA ESTRELLA DE DAVID

                                                              



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