El músico donostiarra afincado en Barcelona Pablo Martínez Sanromá viene publicando trabajos con su alias DOTORE desde 2006, en concreto cuatro álbumes. Ya pasando casi ocho primaveras desde su anterior referencia Variaciones (2014), había ganas de nueva ración de su ensoñadora propuesta. Adueñándose del dicho de que "lo bueno se hace esperar", ahora nos regala el maravilloso Las Horas Claras (Foehn Records, 2022).
El propio Pablo nos muestra las claves de su nuevo álbum:
Todas las canciones están hechas solo con sampleos de mis voces y mis palmadas, es decir, en todo el disco no hay ni un solo sonido que no sea mi propia voz o mis palmas. En estas canciones quería profundizar sobre lo que ya comencé con el disco anterior (“Variaciones”) en el que usaba el sampler de mis voces como un instrumento más, para pasar a convertirlo en el concepto vertebral del disco.
Se trata de una especie de búsqueda de lo orgánico y lo singular, y quería usar lo más básico y personal que tenía para hacer un disco, que es mi propia voz. Por un lado me seducía la perfección y las posibilidades de hacer música de forma digital, pero por otro me repelía el mundo de lo puramente digital, y lo frío y sintético de hacer música electrónica con las mismas herramientas y librerías de sonidos al alcance de todo el mundo. Buscaba un poco la sensación de calidez, no tanto en el sonido, sino la sensación de lo familiar.
El disco está inspirado en la historia del pop, pero muy influenciado por cosas como el minimalismo de Steve Reich, la música coral y clásica contemporánea de Arvo Pårt, o el ambient de Brian Eno entre otros.
La insólita premisa de que lo que se oiga sea sólo voz y palmas, desarrollo digital mediante se entiende, puede condicionarnos de antemano a la hora de valorar Las Horas Claras. Todo planteamiento o análisis convencional se disipa con sus primeras notas, o casi mejor dicho en este caso, sonidos. Desde la inicial "Primera Luz" hasta su ocaso con "Arugam Bay" (playa de Sri Lanka) lo único que se nos permite hacer es rendirnos ante tal despliegue de embelesantes estímulos sensoriales.
Entre sus doce gemas resaltan, por su singularidad pop y un plus de emotividad añadida, a "La Canción de Nuestro Próximo Verano" (videoclip insertado a pie de página) y "Horas Claras", respectivamente.
Disfruta de principio a fin de Las Horas Claras de DOTORE>
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