Capfico (Hidden Track Records, 2022) es el cuarto disco de la cantautora CLARA ANDRÉS, veintidós minutos que rebosan exquisitez, más que sonora, sensorial. Con instrumentación diversa sí, pero sobre todo con una guitarra acústica que ejerce de la mejor compañera de viaje para la cálida voz de la valenciana.
El trabajo está coproducido por la misma artista y Estela Tormo de la banda alcoyana JÚLIA, que además la acompaña en la grabación a la guitarra eléctrica, bajo y sintes. Capfico nos invita a experimentar el placentero sosiego, un concepto ignorado en la actualidad por la mayoría de los mortales.
Ocho canciones que arrancan con el bajo de "Jardí", como latido de un corazón tan frágil como obstinado, esa sutil electrónica, la guitarra eléctrica jugueteando con la acústica, será una constante ese diálogo cómplice en todo el metraje, hasta que llega la guinda de exquisitez suprema en forma de clarinete. Un arranque delicioso para un álbum que, disculpa el spoiler, confirmará estas primerizas apetecibles sensaciones.
"Dins" (videoclip insertado a pie de página) aparece irradiando brisa marina, con esas acogedoras notas de guitarra presentado la selecta lírica que contiene todo el trabajo de Clara. Esta vez a modo de celebración de la llegada a la madurez: <<D’allò que em vas deixant no sap ningú, no sap ningú quan em ve al cap i em fa barana de mirar. No em cal estar en cap lloc i estic en un moment que és com pensar i només sé que em mire dins / De lo que me vas dejando no sabe nadie, no sabe nadie cuándo me viene a la cabeza y me hace barandilla de mirar. No necesito estar en ningún sitio y estoy en un momento que es como pensar y sólo sé que me miro dentro>>.
La palabra "Capfico" la utilizan los mallorquines cuando hablan de zambullirse en el agua, una alegoría que utiliza Clara para titular este trabajo y la canción homónima, evidenciando esa sensación de relax que nos transmite la cantautora, algo parecido a estar sumergido, cuando todo parece ralentizarse entre el líquido elemento.
Si en el anterior corte estábamos prácticamente buceando entre corales en "Varada" toca embarrancar sentimentalmente, tal como explicita su título. Mientras intentamos desencallarnos disfrutemos de su halo poético y esa sugestiva electrónica acariciando las distinguidas guitarras.
"Primavera" es resurgir, florecer, y así lo esculpe en canción, con una evolución en ligero in crescendo convirtiéndose en el momento más luminoso del disco. Eso sí, sin aspavientos ni euforias, fiel al estilo contenido de CLARA ANDRÉS. Como apostilla final constatar que la intervención del vaporoso clarinete resulta de un refinamiento inusitado.
La bossa nova de la sugerente "Mans", con aires arabescos incorporados en su ocaso, se reivindica como otro de esos momentos mágicos del trabajo, en los que te querrías refugiar durante una buena temporada, sin billete de vuelta.
Nos acercamos al final de Capfico coincidiendo con unos de los minutos más acústicos del conjunto, el delicado vaivén de "Tren" que nos lleva por unos raíles forjados de elegante calidez hacia el cierre del trabajo con la dulzura de "Sempé". Un corte que al coincidir temporalmente con el fallecimiento del dibujante francés Jean-Jacques Sempé, se convierte también en homenaje a su obra. Los arpegios guitarreros que contiene son la guinda perfecta para un maravilloso disco.
Disfruta del Capfico de CLARA ANDRÉS >
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