NUDOZURDO venían estremeciéndonos del gusto desde sus primeros pasos allá por 2001 con esa personal propuesta de rock alternativo serpenteante, merodeando territorios post-rock, post-punk y shoegaze. Comunicaron en 2018 su cese de actividad tras lanzar seis álbumes de estudio, otro con versiones acústicas y un EP. En 2021 mitigaron esa ausencia en parte cuando su cabecilla Leo Mateos aprovechó para lanzar álbum debut en solitario. Por toda la secuencia de los hechos ha resultado una ilusionante sorpresa su vuelta, siete años después de la publicación de su anterior referencia, con este flamante Clarividencia bajo el brazo y cambio de sello discográfico a Sonido Muchacho incluido.
Una punzante línea de bajo nos lanza la alfombra roja de bienvenida al disco con "Soledad/Clarividencia", a la que enseguida se le uniran a la fiesta percusión percutora, guitarras punzantes y la intransferible voz de Leo al frente, oseasé NUDOZURDO en su máxima expresión.
La deliciosa "Carta a Nina", con esos rasgueos cavernosos de guitarra asomando la cabeza desde su inicio, nos muestran que NUDOZURDO tambien pueden resultar delicados cuando es preciso. Su desarrollo en sosegado increscendo hará que toques el cielo emocional.
"Elvira/Santuario Combate" es la prueba definitiva de que lo de que crear atmósferas asfixiantes es una de las especialidades marca de la casa. Perturbadora e inquietante a partes iguales con el mantra <<Ahh es la pureza en tu voz>> marcándose con hierro candente en tu subconsciente.
La guitarra psicodélica se hermana con un sitar hindú imaginario en "Bisontes Albinos", inyectándole especias orientales a otro arrebatador corte. Esa cadencia kraut-rock, en casi siete minutos de duración del tema más holgado de Clarividencia, no hace más que acrecentar la épica intrínseca al combo madrileño. Los últimos dos minutos y medio son un atajo directo hacia el climax.
Nos zambullimos en un mar en calma, al menos rítmicamente, con "Lo Que Ocultan Las Arizónicas", nunca mejor dicho con ese canto de ballenas como compañía de excepción. Puede hacerte levitar entre su halo lisérgico hasta que rozando el minuto cuatro de metraje aterrizes en los setos que menciona el título, acogiéndote dulcemente, como cayendo sobre nubes de algodón.
"La Isla del Diablo" son seis minutos y medio de post-rock de quilates con esas guitarras que te matan del gusto en un corte que, aún resultando tan extenso, desearías que no terminara nunca. Le sigue la no menos sugestiva "Crevillente/La Industria del Sueño", con mágico arpegio guitarrero incluido y magnética evolución quebrada, también hacia el minuto cuatro, por un redoble destapándose definitivo dónde antaño era latente.
¿Qué faltaba para coronar Clarividencia? ¿Quizás la aparición de un instrumento tan estimulante como el violonchelo? "Cripto Mundi" te ofrece eso y mucho más; como notas balsámicas de piano junto a una cálida guitarra, vistiendo una lírica de la más encriptada a la vez que poética de la banda: <<Músculo oscuro de la Trinidad que sabe muy bien cómo humillar. Autosabotaje de afasia brutal. Dioptrías de porno que quieren viajar>>.
Clarividencia está publicado en vinilo estándar con las mismas ocho canciones que en streaming. También la encontrarás en CD y en una edición deluxe en formato vinilo gatefold que incluye un 7” exclusivo con los temas "Angel Genetics" y "La Bruja", canciones incluidas solamente en estos dos formatos.
EL regreso de NUDOZURDO tras cinco años de su despedida no pudo ser más majestuoso enmarcado por el avance "Angel Genetics". Adictivo, enérgico, maravilloso... habría más calificativos pero con lo dicho creo que me quedo medio a gusto. Su progresivo ambiente hará que vuelvas a creer y es que el Sr. Mateos no lo puede dejar más claro cuando culmina con el verso: <<Si quieres volar, déjame entrar. Si quieres entrar, déjame volar>>.