El año después de que cumplieramos 10 años en activo ha sido bien prolífico en novedades discográficas. Además con una calidad incontestable en muchos de los casos, lo que agradecemos enormemente a la hora de confeccionar las correspondientes reseñas.
Dentro de los medios del panorama independiente estatal nos sentimos muy afortunados ya que a raíz de nuestra condición amateur hacemos lo que nos da la gana en todo momento. Eso tiene una gran ventaja, la de poder hablar sobre la música que realmente nos emociona, de hecho nunca hacemos crítica en el sentido de reprobación. En nuestras publicaciones diseccionamoscada disco de pe a pa, con la satisfacción de que cada palabra saldrá desde la admiración por un trabajo que resulta, como mínimo, espléndido.
No me voy a extender más, que me disperso. Entro a saco en el ranking con los discos más estimulantes lanzados en 2024 que se rige como siempre según el número de entradas a sus reseñas. Puedes revisitar cada publicación clicando encima de los correspondientes títulos.
TOP10 con los discos de 2024 que más han captado tu atención>
Compartimos la playlist Música Crònica 2024 con las canciones que, semana a semana, nos iban haciendo un poco más felices. Aquí tienes 31 horas y media de música gourmet gestada y recopilada durante el año, para tu uso y disfrute>
Te recordamos que también estamos en la radio, en la emisora por internet Ràdio Alfacs, diseccionando sólo discos alucinantes los jueves alternos a las 19h. El día de la emisión te esperamos aquí y después cada episodio quedando como podcast a la carta.
Deseamos que en 2025 podamos seguir gozando juntos de la música más sugestiva del planeta, sin concesiones a modas ni tendencias y con especial cariño hacia el producto de proximidad.
SEX CODE es el trío sevillano/malagueño formado por Juan Sanmar (voz), MJ (percusión electrónica) y el reputado productor Mist3fly (teclados y programaciones). En marcha desde principios de 2023 van sin freno debutando el año pasado con Pleasure y ya con segundo largo, el arrebatador Mutation.
Desde luego que no han inventado la rueda, su estilo es un EBM ochentero de manual con influjos dark-wave. Dicho esto, SEX CODE no se encorseta en una banda revival sino que expande esas reminiscencias hasta erigirse como proyecto fresco y atemporal.
El trabajo arranca con la pegada de "Anymore" y su trepidante desarrollo, giros arabescos incluidos. "Shh" (videoclip a pie de página) se va sintonizando a través de su marcial techno industrial mientras intentamos adivinar a qué se refiere el título que a la vez completa la insistente frase: <<I feel like shh..>>. Entonces llega "Fired" con su arrollador estribillo y no nos queda más que brincar hasta la extenuación.
"Tommyknockers" es un pelotazo con ese cambio de ritmo vertiginoso envuelto en el halo enigmático del puente. Sigue vigente el embrujo con la intro de "The ball" que se despereza de la mano de un demolidor riff de sintes. Cuidado con ella, produce adicción.
Desde 2021 las VIUDA llevaban publicados un EP y tres singles generando un runrún increscendo por su estimulante propuesta sonora. A medio camino entre el punk y el folclore las asturianas Marta Candás (voz y teclados) Elisa G. Gómez (guitarra, teclados y segunda voz), Sara Rego (bajo) y Eva Llavona (batería) nos traen su debut en formato largo con Provinciana (Humo Internacional, 2024).
El cuarteto dedica el disco a una Asturias descarnada y sombría, marcada por su sostén industrial, tal como delatan los títulos de los nueve cortes que lo componen.
El álbum arranca con "Intro II (Parque de Carbones)", recordamos que en su EP homónimo del 2021 ya contenía una "Intro", interpretamos que sería considerada la nº 1. Volviendo al trabajo que nos ocupa, este empieza sugestivo al cuadrado con un aire coplero envuelto en un manto de lúgubre post-punk. Llega "Ence" y el primer puñetazo encima de la mesa de VIUDA. Su cadencia sutilmente kraut penetra por los poros de la piel hasta tocar hueso. El mantra <<mientres más que hablas>> abrazado por esos feriantes teclados ponen la guinda a un tremendo corte.
Foto de Álex Loredo
"Aceralia" y un regusto jotero entrelazándose con su desgañitado desarrollo da paso al tema más punkorro del conjunto, la trepidante "Mala". En ambas las castañuelas repiten presencia.
Unos teclados que parecen órganos eclesiásticos pasados de vueltas desbordan poderío en "Quincallera". Mientras, el carácter costumbrista de Provinciana llega al summum con "Cigarreres", de la mano de su preludio en forma de archivo sonoro lamentando el cierre en 2002 de la fábrica La Tabacalera de Gijón. Post-punk de quilates con desbocado final incorporado.
Oh, Oh, Oh! Y a lo tonto ya volvemos a estar en Navidad. Este año, por primera vez en nuestros casi 12 años de existencia, nos ha dado por celebrar estas fechas con una publicación que nadie nos había pedido ni nosotros esperábamos realizar. A base de escuchar canciones originales surgidas en este año inspiradas en nieve y chimenea nos ha ido poseyendo el espíritu navideño con tal ímpetu que no nos hemos podido resistir a confeccionar una playlist. En ella encontrarás el ranking en orden de preferencia de los 10 villancicos, digamos alternativos, más estimulantes de 2024. Insistimos, todo temas inéditos, nada de versiones de clásicos, para eso tenemos a Bisbal que lo peta.
Te recordamos que también estamos en la radio, en la emisora por internet Ràdio Alfacs, diseccionando sólo discos alucinantes los jueves alternos a las 19h. El día de la emisión te esperamos aquí y después cada episodio te lo servimos en bandeja como podcast a la carta.
BIZNAGA ya llevan, con este ¡Ahora! (Montgrí, 2024), cinco álbumes en su mochila. Una que ya pesa, repleta como está de puñetazos punk-rock bien noqueantes, a menudo en forma de canción protesta puesta al día, pasada por el aro del músculo de Jorge Navarro (bajista), Álvaro García (guitarra y voz), Torete (guitarra) y Jorge 'Milky' Ballarín (batería). Con el presente trabajo se coronan como máximos representantes del descontento socio-político actual, eso sí, sin renunciar a la ilusión, armados de un moderado optimismo.
El grito con el que arranca el álbum no podía ser mejor introducción para el mismo. "El futuro sobre plano" nos abre la puerta a ¡Ahora! con el derecho a una vivienda digna como bandera. La enarbolan al modo del cuarteto madrileño-malagueño: estrofa incisiva, puente arrollador y estribillo cadencioso.
En "Imaginación política" advertimos una luz de esperanza: <<Te imaginas que fuera posible otra vida, que hubiera alternativa a esta deriva? ¿Y si vuera verdad? Es verdad, es verdad>>. La épica contenida de su último minuto es de traca.
El bajo de "El entusiasmo" (videoclip insertado a pie de página) me tiene ganado. El que fuera primer single avance del disco es puro subidón, en todos los sentidos. El corte más inmediato del conjunto arranca líricamente de manera lapidaria: <<Cuando el desencanto es tradición el entusiasmo es una disidencia>>. Podría ser el eslogan perfecto para presentar ¡Ahora!. Y su final tampoco se queda cojo: <<El entusiasmo nos atraviesa con su cuchillo de primavera>>. Antes, el estribillo ya nos lo dejaba claro: <<Esto es una canción de amor y una declaración de guerra>>. Ah, me dejaba otra frase cosecha de BIZNAGA: <<si hay que morir es de vivir>>.
En "La gran renuncia" denuncian <<el estado de malestar>> en el que estamos sumidos, donde el vivir para trabajar es religión. Esos avinagrados rasgueos guitarreros acompañando el bajo antes de presentar el estribillo son de los que se marcan a fuego.
La Wikipedia nos explica que las "Benzodiazepinas" son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central. La canción del mismo título se despereza progresivamente, in crescendo, transitando por el abuso de la medicación de manera rehabilitadora gracias a su melódico desarrollo.
La cara B del vinilo asoma la cabeza con el desgarrador medio tiempo "Espejos de caos" reflejando la fustración y angustia derivada de la precariedad laboral. La consecuencias pueden originar situaciones límite como la de los protagonistas del corte.
La empoderadora "Las afinidades eléctricas" sentencia desde su inicio con ese: <<quien se olvida de los amigos se olvida de sí mismo>>. Le sigue Anxa Baltar (BALA) haciendo los coros en la sobrecogedora, pese a su luminosas notas, "Réquiem por un rider". Las guitarras jangle-pop jugueteando con el pulsómetro bajo ponen el resto a otro espléndido corte.
Gonzalo Sanz (voz, teclados), Enrique Moreno (guitarra), Guillermo Rojo (batería) y Guillermo Serrano (bajo) es la alineación titular de SOMOS LA HERENCIA y llegan con segundo artefacto sonoro de nombre Joven Predicador (Humo Internacional, 2024). Tras el impacto del debut discográfico Dolo (2020) había ganas de mirar cara a cara al temido segundo álbum de los madrileños. A la embriagadora propuesta inicial de post-punk y dark-wave se le agrega un tercer invitado que asomaba tímidamente la cabeza en su anterior referencia pero que aquí coge cuerpo. Me refiero al ruidismo electrónico, uno que supura por todos los surcos del vinilo, que envuelve, atrapa, corta, bordeando niveles inusitados de visceral crudeza. Unos brotes de flow hip-hopero pondrían el lazo de regalo a este cóctel explosivo que se gasta el cuarteto.
Estamos ante un trabajo incómodo, apocalíptico, no apto para oídos conformistas, pero eso sí, los justos pacientes y abiertos de miras obtendrán recompensa.
El álbum arranca con "Todos bajan la colina" y la colaboración de Marco Henri en la producción y voz del corte. Ese turbador noise abriéndose paso ya desde el minuto 0. La marcada aureóla post-punk aliándose con un poso hip-hop, como quién combina gris con negro, congeniando a la perfección. Volverá a pasar en más lances de Joven Predicador. Otros aspectos recurrectes serán las pausas dramáticas y los cambios de ritmo, todo al servicio de la máxima sugestión soportable.
Foto por Ignacio Pinela
"Una flor", con esa afilada arenga marcial viciando un aire que cada vez cuesta más respirar. Tu mientras ojiplático ante lo que te está pasando por encima. Los versos se van abriendo paso a ostias: <<Una flor, un colchón, algo se repite en mi sangre. Quiero acostumbrarme. Tus padres te hablaron del dolor, me contaste. En la puerta del sitio, ¿es este mi sitio?>>.
Una monumental línea de bajo reclama protagonismo en "No soy un ladrón" mientras la imponente batería juguetea con las revoltosas guitarras en una partida a vida o muerte de la que sale un claro ganador: el oyente. El tema más inmediato del conjunto, se atisba otra bomba en directo.
En el melódico medio tiempo "Cenar de pie", título con expectación asegurada, la banda continua bien provista de talentosa penumbra culminada por una lírica no menos inspirada: <<Hoy voy a cenar de pie. Sentaros todos, yo no lo haré. Porque estuve un tiempo esperando a que encontrarais otro sitio que mereciera la pena. Lejos de aquí, en otro lugar>>.
Vuelven flashes de flow urbano con "Ignorante al fin". Gonso rapeando desalentado versos tan desarmantes como el inicial: <<Calle Antonio López, hay sangre en un cajero. Entre la risa y el miedo. Esta mañana no respiraba bien, ahora salbutamol y al cien por cien>>.
El interludio experimental "Ayuno y silencio" en vez de erigirse como un alto en el camino que nos permitiera un respiro resulta todo lo contrario. Una marcha más en esta bajada a tumba abierta hacia las tinieblas.
Inicia la cara B de "Joven Predicador" el corte titular al modo Rage Against the Machine.Sobrados de poderío, desbordando groove a la vez que la guitarra completa su conversión en cuchillas bien afiladas.
La contrabajista, cantante y compositora MAGALÍ DATZIRA nos viene con un segundo largo bajo el brazo con La salut i la bellesa (Bankrobber, 2024). La barcelonesa sigue ahondando en su fórmula revestida de sonoridades jazz abiertas a pinceladas de funk y pop.
A la artista se le adivina una mayor tendencia hacia la experimentación en este nuevo trabajo, lo que no le resta ni un ápice de hechizo, un acto mágico que es constante en su aún bisoña aunque ya ilusionante carrera en solitario. Además está grabado prácticamente en directo lo que le inyecta un plus de sugestiva frescura .
Con su calidez característica en La salut i la bellesaMagalíva desvelando vivencias y preocupaciones cotidianas a modo de terapia depurativa. Una que arranca con "Hi ha un abisme" (videoclip insertado a pie de página) desperezándose a través de las leves notas del piano, después llegarán unos vientos inyectando elegancia a un corte que ya venía apuntando distinción.
Foto de Clara Ruiz
"He sortit a córrer" evidencia, será bastante recurrente en todo el metraje, el apego de la artista por las atmósferas jazz. Mención aparte para el sugestivo diálogo entre voz y el saxo, tocado precisamente por su hermano Iscle Datzira.
Entramos en un bosque de cinco canciones seguidas de menos de 2 minutos de duración cada una encabezadas por la bucólica "1 o 1000". Le sigue "Pedaços" con juguetona intro electrónica incorporada. Aquí Magalí frasea incisivamente una inquietante lírica a modo de desahogo personal. A la acústica con aires minimalistas "Int-don't" le sigue la placidez de "Gerani" recordándonos aquellas cosas mundanas que nos reconfortan: <<La vida, sushi, cervesa i matí, gerani verd imprès>>.
La delicadeza de "fffff" acompañando el mantra <<seria ideal voler ser normal>> puede incluso hacerte levitar. Seguimos apostando por títulos particulares con "2h32'" y un desamor que parece no merecer ni un minuto más de lamentos. Llegan los 50 segundos de "Int - Em porto bé" y esas lánguidas notas de piano recogiendo una voz que se debate entre el bien y el mal.
El arranque de la cara B del vinilo por el tema titular empieza fuerte de encanto con el flow de la primera de las dos colaboraciones vocales que cuenta el álbum, el rapero norteamericanoMr. J. Medeiros. Una cadenciosa guitarra acústica demanda protagonismo en "Goddess", de los cortes con más tendencia pop del conjunto. El empoderador <<I am a goddess, I am a goddess>> se marca a fuego en el subconsciente.
La contestataria "Long life to the newborn" va difuminando su crudo mensaje con su amable desarrollo hasta que llega el minuto con treinta y cinco segundos golpeando hasta su ocaso con el insistente: <<I'm sorry my government is so incompetent you shouldn't be drowning>>.
Hay momentos en la vida en los que uno siente nítido que ha de exteriorizar su bagaje vital a través de lo que mejor se le da. En el caso que nos ocupa DANI VEGA, guitarrista y miembro fundador de la banda MISHIMA, debía hacerlo lógicamente por medio de la música y venga, manos a la obra. Así de fácil es(Eclipse Melodies, 2024) se convierte, de esta manera, en el álbum debut en solitario del canario.
Un pop-rock de pantalones de tergal y mocasín es el vehículo con el que Dani nos invita a un recorrido por las luces y sombras acumuladas durante su existencia. A modo de retroceso para coger impulso, explora un reset emocional con el que retomar la marcha más ligero de equipaje.
El piano de Nil Ciuró nos da la bienvenida a Así de fácil es con una ingrávida "Intro", dando paso al tema titular. Uno que deslumbra con esos sintes, primero centelleantes luego densos, los sugestivos coros, la guitarra marca de la casa... Toda una declaración de intenciones que presenta el álbum mientras va arrojando pétalos sonoros por entre los primeros surcos del vinilo.
Foto de Xavi Caparrós
Las risueñas notas pop de "Flotando" (videoclip insertado a pie de página) chocan frontalmente con la pena por el abandono paterno que Dani sufrió de niño, marcándole para los restos, montando el lienzo sobre el que se pinta la canción. El que fuera primer avance del disco se muestra monumental des de los ecos a guitarra saturada del arranque. Su desarrollo, no excento de mágicos recovecos, se erige cautivador y reparador a partes iguales. Es inevitable, te puedes quedar "tal vez ahora mismo, flotando entre mis lágrimas".
La languidez de "Nada" resulta arrebatadora. Una especie mestiza de blues-rock conviviendo con flashes de sintes, coros y ese señorial solo de guitarra final, completando otro corte desarmante de Así de frágil es.
Se cuelan aires funkies en "Por todo", la que fuera elegida como segundo single del álbum. Un medio tiempo a modo de brindis por una relación que acabó pero que dejó bellos momentos, entre ellos el nacimiento de su hijo. Detalles como la inclusión de la mandolina presentando el estribillo delatan que estamos ante un trabajo de embergadura. Su final no lo puede dejar más claro: <<Por todo lo que fuimos>>. Solo falta un "alzad vuestras copas y chin, chin".
La intensa "Algo ha ido mal. Inténtelo de nuevo" inicia la cara B del disco con la inclusión de excitados violines inyectando inquietud a un tema que venía desperezándose de manera sedosa durante su primera mitad. A partir del redoble de tambor en su ecuador iremos cuesta abajo hacia la penumbra. Entra en escena el autotune con "Untitled_42" esa no la veníamos venir. Seguimos sombríos, esta vez en forma de viaje sonoro con billete de ida y vuelta hacia el infierno de la adicción.
"Lanzarote, 1987" es otro de los sobresaltos, en positivo, del trabajo. Una brumosa nana debatiéndose entre el grunge y el rock andaluz, demostrando la transversalidad del proyecto. La exquisita percusión junto al derroche guitarrero ponen el broche al corte.
Llegamos al final de Así de frágil es con "Se acabó la fiesta" parte I i parte II. Tranquilos, Alvise aquí no ha puesto la zarpa. La primera un prólogo con destacado tratamiento vocal para después desplegar un virtuoso arsenal instrumental progresivo a modo de redención definitiva.
Dice el dicho que más vale haber amado y perdido que nunca haber amado. Pablo Pérez alias CARACAZADOR es un cantante, compositor, músico y productor que disecciona una relación sentimental pasada en su segundo álbum República(G.OZ.Z. Records, 2024). El que ha sido primer fichaje del sello de Zahara coloca el amor como perfecto cicerone que nos guie por los diez cortes que componen el trabajo.
El gaditano armado de una aterciopelada electrónica zurcida con hilos de folclore andaluz y pop arranca República con "Dios bendiga esta casa". Un piano ejerce de ese <<ángel que recibe en la puerta de casa a cualquier visitante>>. A modo de rezo Pablo nos invita a un viaje íntimo a lo más profundo de sus sentimientos.
La "Casamurada" es el estudio de grabación y título del segundo tema del álbum. Otro "hogar" para el artista que se va desperezando al piano entre loops y cajas de ritmos hasta alcanzar cimas de arrebatadora sugestión. Concluye con un bello ruego: <<Espérame al regreso, no le tengas miedo a la vida>>. Cuidado a la lírica que se gasta CARACAZADOR, hiere y cicatriza a la vez.
"Mi rostro" contiene una base de cajón que podría emular a palmeros jaleando ese desesperado <<No me olvides, piensa en mí. Piensa en mi rostro, piensa en mí>>. La guitarra española inyecta embrujo a un corte desgarrador. Además cuenta con la colaboración de Federico Garcia Lorca a través de algunos retales del poema Si mis manos pudieran deshojar.
Si en el anterior corte la influencia flamenca del artista era palpable en "Falla" se muestra definitiva. Un corazón que se desangra a ritmo de fandango electrónico. Le sigue la canción titular, una "República" luminosa (videoclip insertado a pie de página), suplicando poder respirar, mostrándose incluso bailable.
La radiante "Parlamento" inicia la segunda mitad del álbum con esencia bien cañí. En este punto me gustaría también destacar el esplendoroso trabajo vocal de CARACAZADOR. Si las melodías brotan embelesantes es en gran parte por el tratamiento de la voz. El último minuto es de piel de gallina.
"Drim" estremece al quadrado con versos como <<Mi cuerpo ha comenzado a darme asco y parece que a ti también>>. Su cadencioso ritmo no consigue difuminar la angustia reinante.
Marc Dorian (vocalista, guitarras y programaciones), Belly Hernández (teclados y coros), Bart Sanz (bajo), Lisandro Montes (guitarra, teclados) aparcan el hambre por degustar nuevas sensaciones rítmicas de su anterior Ritual (2022). En Futuros Imposibles (El Temblor / Intromúsica, 2024) recuperan el pop electrónico original de la banda, el que les ha ido llevando durante los veinte años de trayectoria a erigirse como una de las formaciones estatales más relevantes, con enorme proyección internacional incluida.
El concepto del álbum se encierra completamente en su título, esos Futuros Imposibles consecuencia de acontecimientos que marcan la vida. Provocarán un mañana diferente pero no por ello menos ilusionante.
El disco arranca muy arriba de melancolía con la deslumbrante "Algo especial" y como telón de fondo la separación de la pareja sentimental que formaban Belly y Marc. Pocas veces una ruptura se tocó con tanta dulzura y respeto como en el caso que nos ocupa. Gruesos sintes seguidos de otros centelleantes abrazando el bajo pulsómetro nos abren la puerta a Futuros Imposibles con un claro enfoque reparador: <<ahora que hemos llegado al final quiero recordar que fue especial, algo especial>>.
"El sur" (videoclip insertado a pie de página) cuenta con la primera colaboración del trabajo de la mano de Santiago Motorizado, líder de la venerada formación argentina EL MATÓ A UN POLICÍA MOTORIZADO. La canción con más escuchas en streaming del álbum se erige poderosa desde el minuto 0. El tridente piano, percusión y guitarra marcan la senda hacia ese sur donde echar raíces, lejos de la asfixiante rutina en la que estamos inmersos. Su deriva hacia la épica pone la guinda a un clásico instantáneo de los barceloneses.
La emotividad no está reñida con el poderío. Así se siente "Lo que recuerdo de ti", otro hit sensorial del cuarteto, esta vez acompañados de Rafa Val de VIVA SUECIA. Guitarras, sintes y bajo escoltando las voces de Marc y Rafa dando salvas por amigos de la banda que se han quedado en el camino. Tal como sentencian: <<nadie nos enseña a vivir, nadie nos enseña a morir>>.
En "A cámara lenta" encontramos la tercera contribución externa del álbum con la cantante argentina Daniela Spalla. La balada del trabajo resuena hermosa, monumental, con esa cascada de sintes enmarcando una relación sentimental que encaja como un guante a pesar de los currículums de los protagonistas.
La vigorosidad y excitación de "A contraluz" tiene su contrapunto en la esencia acústica de la conmovedora "Elegía". Los efectos del desamor se exponen sin filtro pero carentes de reproches: <<Me llené de ti, tu luz es mi jardín. Luego nos llegó el fin. Me alejé de ti, de tu magia y tu calor. Luego me arrastró el dolor>>.
Con la sugestiva "Materia oscura" podemos incluso bailar. Un canto al hedonismo y a la libertad sexual, con rasgueos guitarreros próximos al funky inyectando flow a un corte, de por sí, sobrado de pegada.
Llega la sorpresa del disco con interpretación vocal de Belly en la resplandeciente "Por ti". Un medio tiempo con aires de synth-pop ochentero, bien cadencioso, inspirador para renacer de las cenizas de una relación amorosa sin traumas ni rencores.
La pegadiza "Una noche más" invita al jolgorio y desenfreno nocturno como apósito cicatrizante para las heridas del amor. No se menciona la resaca del día después, eso daría para otra canción.
La experimentada dupla francesa Patou Carrié y Jean-Philippe Freu vuelven tras siete años desde su anterior publicación en formato largo con, precisamente, séptimo álbum de estudio: "Psychôanalysis" (YEEESS, 2024). RINÔÇÉRÔSE se han agenciado nuevo productor con Vincent Leibovitz y vienen dispuestos a seguirnos hacernos bailar con su fórmula electro-pop bien hospitalaria a sonoridades como el funk, house, rock o disco. Es lo que vienen haciendo desde hace casi 30 años y a estas alturas ya no van a cambiar.
El álbum contiene cuatro cortes cantados y ocho instrumentales arrancando con la rompepistas "Awake" y la intervención vocal del francés Benjamin Diamond asociándose con unos riffs guitarreros irresistibles. Le sigue "Teenage hormonal revolution" resultando adictiva a más no poder con esa crudeza eléctrica entrelazada a su naturaleza menea caderas.
El corte titular (videoclip insertado a pie de págiina) cuenta con la colaboración de la cantante sueca Izzy Lindqwister desplegando todo su poder de sugestión. Esa especie de electro-kraut de "Psychôanalysis" me vuelve loco. En "Metamorphism" asoma la cabeza un house respaldado por loops imposibles, rasgueos guitarreros y un bajo que se gusta y mucho. ¿Qué puede salir mal?
El bajo repite protagonismo en "My heroes and my ego" con un riff oscurillo que se marca a fuego mientras la envoltura rebosante de sugerente electrónica pone el resto a otro corte arrebatador.
"Sunny disposition" contiene la tercera intervención externa del conjunto con el inglés Bnann Watts al micro. Su melódico desarrollo se desmelena en su tramo final con un inesperado subidón. Nos sobreviene el último artista invitado de Psychôanalysis en "Addiction" con el galo Jessie Chaton y su falsete exterminador ligando a las mil maravillas con el alma funk del tema.
KOKOSHCA vienen dando guerra desde 2008 con su pop-rock atemporal abierto a condimentarse con especias rítmicas diversas, como se hace más que evidente en su octavo álbum de estudio La Juventud (Sonido Muchacho, 2024).
Amaia Tirapu (voz y guitarra), Iñaki López (voz y guitarra), Iñigo Andión (bajo y coros) y Álex López (batería) arrancan el trabajo con un discurso de Pepe Mújica musicado en "Tienes que saber esto". Como suele ser habitual en los alegatos del ex-presidente de Uruguay se nos muestra tan aleccionador como motivador por lo que empezamos la escucha con un plus de excitación, culminada con la llegada del tema titular. La animosa "La Juventud" con esas nerviosas guitarras enmarcando su pulso krautrock nos marca el camino hacia la eterna lozanía, una en la que la actitud lucha por imponerse al implacable paso del tiempo.
"Lo que hay de mi", con ese cadencioso saborcillo Madchester incorporado, exhibe sin tapujos la grima hacia la jornada laboral con versos como: <<tanto trabajar, tanto trabajar solo quiero salir de esa jaula y volver a volar>>.
El yeyé sesentero entra en escena de la mano de "Huella de ti" y unos teclados, gentileza de Betacam, especialmente protagonistas. La superación de una ruptura sentimental siempre será menos traumática acompañada de un corte tan luminoso como el de los pamploneses. Luego llega el latente duduá de la nostálgica "El verano" evocándonos, a través de un fugaz amor estival, a la placidez de tiempos pretéritos en los que, parafraseando su lírica: <<entonces el verano duraba más de un mes>>.
La popera "Parkour" se nos rebela ante el asfixiante sistema capitalista establecido en el que las ciudades cada vez son menos habitables y vivir para trabajar se convierte en religión.
El corrido mexicano "Mi barrio" no lo vimos venir. En cambio se funde de maravilla entre su repertorio a la vez que reivindican un sabor a barrio en peligro de extinción. Nos quitamos el traje de mariachi para enfundarnos el de desfase nocturno con "Sácame a bailar". Himno hedonista demandando el carpe diem como ley suprema. No hay lugar mejor que sobre la pista de baile.
El collage sonoro de La Juventud sigue aportando recortes bien coloridos con "Nos pasa siempre". Otra de las sorpresas que nos tenían preparadas el cuarteto navarro con ese arrebatador cruce entre cumbia colombiana y dub jamaicano.